Para que una prenda pueda ser considerada “circular” debe contar con ciertos requisitos, es decir, que tanto sus materiales, su proceso y vida útil sean eco-friendly, que se haya diseñado con durabilidad y calidad en mente, que sea fácil de desarmar para enmendar, reusar o reciclar, y que al final de su ciclo de vida (si es que hay un final) el producto pueda ser desechado de una manera amigable con el planeta.
¿Que por qué es importante luchar por una industria auto-sustentable y circular? Porque en países como Estados Unidos se tiran cerca de 20 billones de libras de textil de desecho al año (y eso es solo lo recolectado como merma en las maquilas). ¿Por qué desperdiciar toda esa materia prima que aún sirve? Es parecido a cuando alguien hace galletas de figuritas. La persona haciendo las galletas, por lo general, intenta aprovechar la mayor cantidad de masa posible, juntándola hasta dejar el menor residuo posible.
Claro, por lo general la ropa de marcas circulares suele ser más cara que la que encontramos en tiendas de moda rápida como Zara y H&M. Aunque no hay punto de comparación en cuanto a calidad y materiales entre una y otra, no se trata de explicar porqué la moda circular no cuesta menos, sino de hacer entender a los clientes de su valor y explicarles el porqué del precio más elevado.
A estas alturas, ya no se vale decir “no me importa” o “no sabía”.
Tenemos todas las herramientas para tomar decisiones de compra inteligentes. Poner nuestro granito de arena no cuesta gran cosa si tenemos en cuenta que son los cambios pequeños los que tienen un gran impacto.
Xo,
C.
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