Así, primero se han ocupado de la limpieza del terreno (debajo, imágenes 2,3) y de la compra y el traslado de los materiales necesarios para levantar la infraestructura (madera, cemento, ferretería) (imágenes 4 y 5)
Después, como podéis ver en la imagen superior, han empezado a hacer los ladrillos con arena que ha puesto la comunidad así que pronto tendremos levantada la nueva escuela.
Este proyecto se lleva a cabo gracias a una subvención otorgada por el Cabildo de Gran Canaria y forma parte de nuestro programa de apoyo a la escolarización de la población infantil más desfavorecida, como lo explica Cristina Saavedra, responsable del proyecto en una entrevista reciente que puede leer desde aquí.
En zonas rurales de nuestra zona de trabajo en Costa de Marfil la falta de recursos económicos hace que los padres se lleven a sus hijos a trabajar en el campo por lo que muchos de estos niños acaban abandonando la escuela y con eso sus oportunidades de futuro. La construcción o rehabilitación de una escuela, como sucede con los comedores escolares, supone un incentivo importante para mantener a los niños escolarizados por lo menos en la etapa de primaria.
Imagen: Jóvenes de Dioulabougou haciendo los ladrillos para la escuela. (Global Humanitaria/Sapharm)
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Fuente: este post proviene de Global Humanitaria - noticias, donde puedes consultar el contenido original.
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