Los Champús que normalmente usamos para limpiar nuestro cabello vienen acompañados de magníficas campañas publicitarias donde se nos vende más que un champú unas sensaciones, aromas y bienestar. Sin embargo, se omite que la mayoría de estos productos contienen sustancias perjudiciales para la piel, el cuero cabelludo o los ojos, sustancias, algunas de las cuales son sospechosas de producir cáncer.
Una de estas sustancias es el Sodium Lauryl Sulfate (SLS). El Lauril Sulfato de Sodio es un detergente abrasivo encargado de producir espuma en el champú y gran responsable del deterioro del cabello, ya que elimina los aceites protectores que se necesitan para mantenerlo sano, dañando proteínas y deteniendo el crecimiento saludable. Su uso se limita a producir un efecto espumoso de los jabones, el cual, no mejora la capacidad de limpieza, pero logra que el producto sea visualmente más atractivo.
El SLS es un derivado del coco, pero durante el proceso de fabricación se somete a “etoxilación” y, como consecuencia de este proceso, se genera un subproducto no deseado de 1,4 dioxanos. Se sospecha que esta sustancia es cancerígena y, aunque no hay estudios definitivos que demuestren una relación causal, hay suficientes datos para sugerir precaución. SLS puede irritar, enrojecer y secar la piel, incluso causar eczema, particularmente en altas concentraciones o cuando es usado con frecuencia, además, de dejar restos en el folículo piloso retrasando el crecimiento del cabello.
Otra de estas sustancias es el Lauril Éter Sulfato de Sodio (SLES). Esta sustancia además de contener 1,4 dioxanos, igual que el SLS, también contiene óxido de etileno, una impureza que también se considera agente cancerígeno potencial.
La razón por la que la industria cosmética usa estos sulfatos en sus champús no es más que la económica, son muy baratos de producir. Sin embargo, son muchos los estudios y especialistas que indican que se deben evitar todas estas sustancias tóxicas, especialmente si sufres de los siguientes problemas capilares:
-Si sufres de caspa: los sulfatos resecan tu piel, tu cabello y, por supuesto, tu cuero cabelludo.
-Si tu cabello es seco: eliminan los ácidos grasos protectores del cabello.
-Si tu piel o cabello son grasos: al eliminar todos los aceites tu cuerpo reaccionará y producirá aún más para protegerlo agravando aún más el problema.
-Si tu cabello está teñido o tratado químicamente: Los sulfatos se llevarán el color (tinte) de tu cabello cada vez que lo laves y lo secará aún más.
-Si tu cabello es muy delgado y frágil o si pierdes mucho cabello al bañarte
-Si tu piel es sensible: generalmente, la piel sensible tiene reacciona frente a los sulfatos.
Además, debido a su bajo tamaño molecular, estas sustancias pueden penetrar por nuestra piel y cuero cabelludo constituyendo un riesgo potencial para sufrir una enfermedad grave. Ciertamente los fabricantes se escudan en las bajas concentraciones a las que dichos tóxicos se encuentran en estos productos. Sin embargo, lo que no se dice es que son miles los productos que los contienen y a los que estamos expuestos en nuestro día a día. En estos casos, como en otros muchos, el problema no es la concentración sino la bio-acumulación.
Por todo ello, desde Naturaonline apostamos por champus libres de SLS y SLES, por productos para nuestra higiene con certificación ecológica que nos asegure que están libres de estas y otras sustancias tóxicas como parabenos, siliconas, derivados del petróleo, etc.
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