Muchas veces pienso en lo rápido que pasa el tiempo y lo poco que aprovecho los ratos libre para hacer realmente lo que me gusta y me hace sentir bien. Me olvido de disfrutar de todo lo bueno que tiene el otoño, el invierno o la primavera y, lo más importante, me olvido de lo feliz que me siento cuando paso una mañana en el campo, cocino, disfruto de los días de sol, paseo por la playa con ropa de abrigo o hago una escapada de finde semana con mi pareja. Hoy comparto contigo mis diez planes favoritos para disfrutar de un otoño slow.
1. Que te den calabazas
Nunca he sido demasiado fan de las calabazas. Cocinarlas me daban el mismo miedo que cuando las veía iluminadas en Halloween. Pero poco a poco he ido entendiéndola y queriéndola. De hecho ahora no hay nada que me guste más que una crema de calabaza aderezada con un poquito de curry. Aunque en el supermercado puedas encontrarlas todo el año ¡que no te engañen! la temporada de la calabaza es en otoño. Así que aprovéchala.
2. Pasea por un hayedo
Esta es una de mis asignaturas pendiente. Cada vez que llega septiembre pienso “tengo que sacar hueco un fin de semana para visitar un bosque de hayas”. Y cuando me doy cuenta estoy con un polvorón en la mano y no he visitado ningún hayedo. Desastres personales aparte, los hayedos son árboles delicados que crecen lentamente y cuya principal característica es la humedad. Por ello la mayor cantidad de hayedos los encontrarás en el norte de España. Algunos de los más importantes son: Montejo de la Sierra (Madrid), La Pedrosa (Segovia), Selva de Irati (Navarra), Parque Nacional de Ordena y Monte Perdido (Huesca), Tejera Negra (Guadalajara), Parque de Aizkorri-Aratz (Guipúzcoa y Álava) o el Parque Natural de Montseny (Barcelona).
Prometo cumplirla este año y llevar la cámara para compartir la experiencia.
3. Come castañas
Asadas, frescas, cocidas, escaldadas, confitadas, en almíbar, pilongas, en guisos, como harina… Las castañas son uno de los alimentos clave de la temporada y como ves sus posibilidades de elaboración son infinitas. Además de estar riquísimas son buenas para nuestra salud porque tienen pocas calorías, son bajas en grasa y nos aportan una gran cantidad de energía. Contienen vitamina C y E y son ricas en potasio, magnesio, hierro, calcio y fósforo. Puedes incluirla en tu dieta como tentempié antes de la comida, para merendar o como aporte de energía antes de hacer deporte.
4. Llena tu casa de color
Si te gustan las manualidades puedes aprovechar las coloridas hojas que caen de los árboles para darle un toque otoñal a tu casa. Aprovecha un paseo por el parque o el campo para hacerte con una buena colección de hojas. Cuantos más colores y formas diferentes tengas mejor. Cuando llegues a casa no te olvides de mételas en papel de periódico para que absorba la humedad. Una vez secas las posibilidades son infinitas: puedes utilizarlas para decorar centros de mesa, customizar tus botes porta velas, decorar una lámpara o para crear tus propios cuadros.
5. Haz un picnic al aire libre
Ahora, que el calor asfixiante parece habernos abandonado hasta el año que viene, es la mejor época para disfrutar de un día de picnic en el campo, la playa o en el parque. Además, es un plan perfecto para hacer con la familia, los amigos, la pareja y con niños. Cocina platos sencillos, fáciles de comer y transportar y evita los utensilios de usar y tirar. Recuerda dejarlo todo tal y como lo encontraste (limpio).
6. Muévete en bicicleta
¿Sabías que las personas que utilizan la bicicleta para ir al trabajo son más felices que las que conducen o usan el transporte público? Y es que el tráfico de primera hora de la mañana hace que los conductores se estresen pensado que no van a llegar a tiempo a su trabajo y se pongan de mal humor. Si no tienes la suerte de vivir a menos de 30 minutos en bici de tu trabajo piensa en la opción de utilizar este medio de transporte los fines de semanas para hacer los recados o dar un paseo por el parque.
7. Visita un viñedo
En los meses de septiembre y octubre tiene lugar la recogida de la uva. Es el momento en el que el fruto alcanza su madurez y está listo para convertirse en vino. Durante estos meses se celebran en muchas localidades españolas, de producción vinícola, las fiestas de la vendimia con las que se le da el pistoletazo de salida a la temporada de cosecha. Es una oportunidad única para conocer cómo se elabora el vino y disfrutar de numerosas catas.
8. Días de sofá, manta y peli
Los días son más cortos, las noches son cada vez más frías, las terrazas comienzan a desaparecer, los amigos empiezan a hibernar… y nadie se puede resistir, de vez en cuando, a un plan de manta y peli. Durante el verano siempre tengo miles de planes, voy de aquí para allá, me encuentro más activa… pero reconozco que en otoño cuando llega el viernes el cuerpo me pide hacer unas palomitas, programar una película y no separarme de la manta. Y es que se puede ser feliz con muy poco.
9. Cultiva tus propias setas
Éstas son otros de los productos estrella del otoño y están riquísimas de todas las maneras. No hay mejor sabor ni nada más gratificante que consumir alimentos que has producido o recolectado tu mismo. Lo ideal es salir al campo a recoger setas pero no todos somos micológos y comer setas del tipo equivocado puede resultar mortal. Sin embargo, con este kit podrás cultivar tus propias setas de forma ecológica y natural en tu casa. Solo tienes que esperar 10 días para recoger la siembra y puedes tener hasta 3 cosechas diferentes.
10. Disfruta de un finde rural
Es importante desconectar para volver a conectar, para cargar las pilas, para ver las cosas desde otro prisma, para relativizar y para reprogramar nuestra brújula. ¿A quién no le sienta de maravilla un par de días en un pueblito rural con poca gente, mucha leña y sin wifi? Quien dice dos días dice cuatro que para algo tenemos los puentes de octubre, noviembre y diciembre.
PD: Estos son los planes que convierten mi otoño en perfecto. Aun así, hagas lo que hagas y vayas donde vayas ten presente que lo importante es disfrutar del camino.
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