Desde hace algunas décadas se ha hecho patente que la principal amenaza que la humanidad plantea para las poblaciones de aves toma la forma del desarrollo urbano.
La ecología y el estilo de vida de muchas aves silvestres y migratorias hace que las ciudades sean entornos peligrosos para ellas, ya sea por el riesgo intrínseco de chocar contra líneas eléctricas o edificios elevados.
La verdad innegable es que la mayoría de las aves prefieren mantenerse alejadas de las grandes ciudades.
Sin embargo, los expertos en conservación de aves aseguran que estas amenazas están extendiéndose más allá de las áreas urbanas, a medida que el desarrollo urbano se hace más común en las áreas rurales de España.
Algunas de estas amenazas son reconocidas desde hace tiempo, tal y como las líneas eléctricas desprotegidas que han mermado tanto a la población autóctona de aves rapaces.
Otras sin embargo constituyen peligros nuevos que solo ahora se revelan como problemas desde el punto de vista de la conservación.
Agua y luz amenazantes
Por supuesto que en las áreas rurales no se da la construcción de estructuras a gran escala que afecta el vuelo de las aves o las operaciones de renovación estructural que destruyen sus nidos y refugios. No obstante, el desarrollo urbano lleva sus propios avances que tienen efectos inesperados sobre la ecología de las aves.Por ejemplo, la construcción de embalses destinados al riego de cultivos y el consumo de animales de granja es una necesidad en localidades rurales, pero suele atraer a aves silvestres que no están acostumbradas a interactuar con los cuerpos de agua artificiales.
Otro ejemplo son las centrales eléctricas que utilizan concentradores lumínicos, estos aparejos pueden dar lugar a temperaturas muy elevadas en zonas reducidas, generando áreas de gran riesgo para las aves que pueden ser lesionadas y hasta abatidas.
Construyendo la coexistencia entre el desarrollo urbano y las aves
Basta un breve momento de reflexión para notar que esta situación no tiene una salida fácil, alcanzar el desarrollo urbano sostenible requiere aprovechar de manera efectiva nuestros espacios rurales y al mismo tiempo exige respeto para el medio ambiente y la conservación de sus especies.No hay solución fácil para los riesgos que el desarrollo urbano humano plantea sobre la conservación de las aves silvestres, sin embargo, la ecología puede ser la luz que nos guíe en estas dificultades.
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