Una biopiscina cuenta con un ecosistema tanto dentro del agua como alrededor, que albergará vida, atraerá pájaros, insectos y convertirá cualquier patio o jardín en un verdadero espacio natural.
La cantidad de agentes químicos y cloro en el agua puede estropear toda la emoción de un baño refrescante. Estas sustancias se utilizan para eliminar las bacterias y los hongos, en las piscinas ecológicos estos químicos son sustituidos por plantas acuáticas.
Cómo funciona una piscina ecológica.
Se trata de un sistema de filtración que utiliza microorganismos y plantas. Para ello, las llamadas piscinas biológicas se dividen en dos partes: área de natación y área de plantas. La división es importante, principalmente, para el bañista no tenga que sumergirse entre las plantas, que pueden contener insectos, pájaros y hasta ranas.
Las plantas son responsables de producir biomasa, a través de la fotosíntesis, que será consumida por los microorganismos. Estos, a su vez, transforman la materia orgánica en sustancias inorgánicas (dióxido de carbono, agua y sales minerales – nitratos, fosfatos, sulfatos, entre otros) – que son necesarias para el crecimiento de las plantas respectivamente, esto forma un ciclo de intercambios de materia y energía.
Las biopiscinas pueden ser de cualquier tamaño o forma, tipo laguna, piscinas privadas tradicionales o piscinas olímpicas. La diferencia no está en su aspecto sino en la manera de tratar el agua, ya que una biopiscina es aquella que no utiliza productos químicos para su mantenimiento, que provocan irritación de piel, mucosas y ojos y además contaminan. Ni procesos de electrólisis salina, con la correspondiente adición de sal al agua.
Una verdadera piscina ecológica tan solo contiene agua natural.
La vegetación, que podrá subsistir gracias a que el agua no es salada y no contiene químicos, será la encargada de mantener el agua transparente y limpia, ya que las plantas son un sistema de depuración natural y económico.
Este sistema preservará la calidad del agua y su filtrado. Estas plantas no deberán colocarse por toda la piscina, sino que en la construcción del vaso de la piscina se deberá destinar una zona de poca profundidad para las plantas acuáticas, cuyo tamaño dependerá del tamaño total de la piscina, y otra más profunda y despejada para el baño.
La zona en la que el agua se depura se encuentra apartada de la zona de baño y está llena de plantas. Según el diseño de la piscina será necesaria una bomba de agua, aunque basta que esté al mismo nivel, separada por una malla fina; que impida el avance del sistema vivo de filtros hacia el área de baño.
Todo el conjunto tendrá un aspecto y color natural, salvaje, sin olores y sin ruidos.
El costo de la construcción de este tipo de piscinas es un poco mayor al tradicional, pero la gran ventaja es que casi no tendrás gastos de mantenimiento.
Cómo se construye una piscina sostenible.
Para construir una biopiscina es necesario excavar el terreno (al menos unos 10 × 15 metros) en la zona donde será instalada y utilizar una malla impermeable para protegerla.
Esta malla geotextil será invisible después de la finalización de la construcción y el aspecto será muy similar a un lago artificial.
Las plantas utilizadas en este tipo de instalación han de ser escogidas con cuidad buscando las idóneas para purificar el agua, y producir oxigeno y alimento manteniendo así el ecosistema asociado a la piscina.
El costo inicial es un poco elevado. En cambio, la inversión para mantenerla es reducida y el consumidor tendrá un ambiente totalmente natural y sano, que no requiere el uso de químicos o cloro.
También no requiere equipos eléctricos, por lo que no hay costes energéticos. Desde el punto de vista arquitectónico, las piscinas biológicas también tienen la ventaja de integrarse mejor con el paisaje.
Ventajas frente a una piscina convencional.
-La temporada de natación puede prolongarse gracias a una mayor temperatura del agua. El relieve, las plantaciones, las paredes y las barreras desempeñan todos un papel importante en la concepción global para proporcionar un microclima conveniente para la natación.
– Excelente inserción en el jardín y en el contexto ambiente. No hay ninguna transición dura en el entorno. La piscina biológica realza el principio de la coexistencia armoniosa como se encuentra en la naturaleza, se inserta completamente en el paisaje y resulta especialmente decorativa, incluso en invierno.
– Ausencia de productos químicos en el agua. La filtración es efectuada por la microfauna y la microflora acuática que se desarrolla en la grava y en las zeolitas de la zona de regeneración. Las plantas acuáticas, más allá de su función estética, absorben el nitrógeno y el fósforo disuelve en el agua. Las plantas sumergidas ayudan a mantener la oxigenación del agua.
– Intensa sensación de inmersión y contacto con la naturaleza durante la natación y la sensación de volver a los orígenes.
– Originalidad con relación a la piscina tradicional. Floraciones de las numerosas plantas acuáticas en todas las temporadas
– Bajo costo de mantenimiento y cuidado del medio ambiente. No se cambia el agua, solo se repone la que se evapora.
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