Foto: Sam Beebe, Ecotrust/Flickr
La agricultura ecológica, frente a la producción tradicional, se basa en buscar la máxima sostenibilidad en el ambiente natural en el que se desarrolla, así como aumentar la efectividad de su producción. Así, hoy vamos a ver algunas de las ventajas que nos propone este tipo de cultivos:
1 Busca la protección del suelo, es menos agresivo y el impacto del cultivo es menor, debido a que emplear técnicas más respetuosas. Esto implica un aumento de la fertilidad de los suelos.
2 Es una agricultura basada en la técnica de la rotación de cultivos, lo que resulta altamente beneficioso para la calidad del suelo.
3 Se fundamenta en realizar un uso racional de los recursos de la naturaleza y supone un menor coste energético frente a las prácticas tradicionales, que producen un mayor desgaste.
4 No emplean pesticidas ni demás productos químicos, lo que reduce los niveles de contaminación y ayuda a mantener los nutrientes del suelo. Además, es beneficioso frente al desarrollo y el sustento de la biodiversidad.
5 El resultado de este tipo de cultivo es un producto alimenticio con todas las propiedades nutritivas, libre de la reacción de sustancias químicas y tóxicas. Además, este tipo de alimentos tienen un certificado adicional sobre su origen ecológico.
Fuente: Alimentación.es y Ecocampo.