¿Cómo cambiarán las empresas del futuro?

Nuestro presente, para bien o para mal, ha sido construido sobre los cimientos de la revolución industrial. Incluso con la crisis del cambio climático pendiendo sobre nuestras cabezas y la marejada de cambios que la sostenibilidad nos traerá en el futuro, es imposible no preguntarnos cómo todo esto afectará a las empresas del futuro que hemos aprendido a ver como una parte cotidiana del mundo que nos rodea.

Durante todo el siglo XX, la fábricas, industrias y empresas han servido a la humanidad como fuente de empleo, formando los bienes y servicios que moldean nuestras vidas e incluso como contribuyentes de la problemática ambiental que caracteriza nuestra época.

Es difícil imaginarse un futuro sin un sector empresarial, pero probablemente no sea necesario pues las viejas instituciones tienden a adaptarse mejor o peor a las exigencias de los nuevos tiempos, y sin duda las empresas del futuro podrán amoldarse a las necesidades y beneficios marcados por la sostenibilidad.

Un cambio de marcha

Quizás la primera consideración que deban realizar las empresas del futuro cercano es replantear su esquema de consumo y producción.

Desde los albores del siglo pasado, la mayoría de las empresas se conducen por una filosofía basada en la maximización de la producción, esto por supuesto requiere un consumo constante de recursos y energías que resulta en un volumen de producto que suele resultar excesivo, a veces hasta el punto del detrimento.

Para ajustarse a las pautas de la sostenibilidad, la mayoría de las empresas tendrán que disminuir el ritmo al cual consumen y procesan los recursos del medio ambiente.

Esto por supuesto tendría un efecto negativo sobre la productividad neta pero también estimulará una filosofía de consumo y producción más responsables y sostenibles.

En el futuro se espera que las industrias hagan un mejor aprovechamiento de las materias primas que se refleje en un proceso productivo más eficiente.

Otra consideración que deberá tenerse será dirigida hacia el material de desecho. Actualmente se considera habitual que se disponga de los desechos industriales en vertederos o basureros especialmente designados para ese fin, descontando claro las descargas ilegales o incontrolables que suelen llegar al medio ambiente convirtiéndose en contaminantes.

Sin embargo, se espera que a futuro el material de desecho producido por las actividades industriales siga formando parte del ciclo productivo, pasando a otras empresas donde sea procesado para aprovecharse debidamente.

Los residuos que no puedan ser aprovechados, bien por sus cualidades o por la peligrosidad de su manejo, deberán a su vez ser transportados a un depósito seguro donde no puedan afectar el funcionamiento del medio ambiente según las pautas ecológicas de la sostenibilidad.

De esta manera conseguimos un proceso integrado que aprovecha mejor los materiales de los que disponemos y ofrece producción constante sin poner en entredicho nuestro planeta.

Adaptándonos a la sostenibilidad

Pero ante todo, la principal consideración que deberá tener el sector empresarial en el futuro es la necesidad de permanecer por siempre vigilantes ante las necesidades ambientales y sociales del mundo en el que existe.

La sostenibilidad tiene como objetivo un desarrollo estable que garantice el bienestar de las personas y su armonía con el medio ambiente, y las empresas del futuro deben servir siempre a esta meta fundamental.

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