Conoce la otra cara del litio en el Espejo del cielo

El salar de Uyuni es una visita obligada de Bolivia y también una reserva gigante de litio. Foto: Francesco Bovolin.

Cada época tiene su fiebre, y en la nuestra, es la fiebre del litio. Si bien se ha empleado desde hace años para medicinas y aparatos electrónicos, actualmente la locura de la movilidad eléctrica está ejerciendo más presión sobre las explotaciones del metal. 

Para muchos parece la solución estrella para frenar el cambio climático y crear un modelo de movilidad limpio, pero, cuando tocamos el tema del medioambiente, no podemos ser tan ingenuos, sino debemos analizar todo de forma integral.  

El litio es el metal más blando y liviano en su estado puro, con atributos que lo convierten en una pieza maestra para baterías y aparatos electrónicos. Sin embargo, es un recurso finito, que se obtiene principalmente de salares o cuencas evaporíticas por medio de procesos que duran varios meses, hasta obtener compuestos de litio con alto grado de pureza, listos para enviar a la industria. 

Como toda explotación o extracción de recursos, la del litio conlleva grandes impactos ambientales y sociales que no siempre se toman en cuenta, pero que son una realidad y por tanto, la movilidad eléctrica, sector que demanda la mayor cantidad del metal, no es tan limpia como parece. 

Pero surgen otras interrogantes válidas al respecto, ¿Qué tan sostenible es la movilidad eléctrica? ¿Realmente hay suficiente litio para las baterías de millones de coches? O sólo será un lujo de algunos pocos ¿Qué ocurre en los lugares de explotación? ¿Son extracciones responsables con el medio ambiente? ¿Existen los estudios suficientes de impacto ambiental? pero este artículo da tan sólo una pincelada a la situación actual del salar más extenso del mundo donde el litio es muy fácil de extraer

Historia de un lugar de otra galaxia abundante en litio

Es frecuente encontrar fotografías que dejan sin aliento del Salar de Uyuni, tan famoso que hasta se filmó allí una película de la serie Star Wars.

En época de lluvias se convierte literalmente en el Espejo del cielo. Se trata de una formación extraordinaria de 10 582 km2, una cuenca endorreica con dos lagos que hace miles de años se evaporaron formando once costras de sal de entre 2 a 10 metros de espesor cada una, que lo convierten en el desierto de sal más grande del mundo y un paisaje inigualable.

De por sí es un ecosistema único en el altiplano boliviano, entre volcanes y con un clima extremo, con picos de sequía y lluvias, en pocas palabras: un ecosistema altamente vulnerable

El salar también contiene minerales muy importantes, como boro, magnesio y cloruro de sodio, pero sobre todo litio, con el que se fabrican baterías, computadoras, celulares, televisores y varios dispositivos tecnológicos. Esto ha llamado la atención de empresas japonesas, francesas y coreanas, así como de los gobiernos de Rusia, Irán y China.

Pero, además, el salar de Uyuni, representa un punto turístico por excelencia y una fuente de trabajo para los pobladores del municipio Río Grande que extraen sal de mesa

Así mismo, el salar forma parte del llamado Triángulo del Litio, un territorio que ocupa parte de Chile y Argentina además de Bolivia, y según algunos estudios contiene el 68% de las reservas mundiales de litio. Paisajes que están siendo modificados por completo por la industrialización del oro blanco

Actualmente Bolivia tiene en funcionamiento plantas (estatales) de industrialización de sales, de cloruro de potasio, una piloto de carbonato de litio y está en construcción otra de mayor escala en la que se prevé producir unas 15 000 toneladas. También tiene una planta piloto de materiales catódicos y próximamente prevé inaugurar otra de baterías de ion litio y un centro de investigación y tecnología en Potosí.

Además, el gobierno lanzó a fines de abril una convocatoria internacional para contratar una o más empresas con capacidad tecnológica y económica para explotar el litio contenido en los salares de Uyuni, Coipasa y Pastos Grandes.

El agua es el recurso más escaso 

Existen pocos estudios que prevean los impactos ambientales y sociales que puede traer consigo una mayor industrialización de las sales y del comportamiento hidrogeológico de la cuenca. 

Pero lo que sí se conoce porque ya es una realidad para los habitantes del lugar, es que, para los procesos de extracción se requiere bombear agua dulce de los acuíferos. Esto ejerce una gran presión sobre las fuentes de agua superficial de la zona, cuyos ríos se han secado y ha afectado principalmente a los agricultores tradicionales de quinoa

 En pocas palabras, se consume más agua de la que se recarga por la lluvia y además hasta el momento se tiene la hipótesis de que en algunos pozos se están bombeando aguas fósiles, es decir, aguas confinadas en el acuífero que no pueden recargarse por la configuración geológica impermeable. 

La escasez de agua no es un problema exclusivo de este salar, sino que se repite la misma historia en los vecinos países de Argentina y Chile.

Otros problemas de la industrialización son los residuos que se generan y son almacenados en piscinas, como también los metales pesados que pudieran estar presentes en la salmuera

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Etiquetas: ECOLOGÍA

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