El gato montés: un felino en peligro de extinción

El Felis silvestris, mejor conocido con el gato montés está al borde de la extinción en la península Ibérica, por lo que está, desde hace tiempo, en la lista de especies animales susceptibles de desaparecer. A este primo mayor del gato doméstico y menor del lince Ibérico, se le cazó de forma indiscriminada y sus hábitats naturales han ido desapareciendo.


El gato montés junto al lince son los únicos felinos de la fauna Ibérica y están en peligro de extinguirse

El gato montés, conocido también como gato salvaje, habita las varias zonas de Europa, Asia y África. En España el gato montés se distribuye en general por todo el territorio, con la excepción de las islas Baleares y Canarias

El gato montés presenta una apariencia similar a la del gato doméstico atigrado, aunque de mayor tamaño y con menos rayas, de un pelaje denso entre pardo y grisáceo. De cara más ancha y voluminosa. Su cola es alargada con la punta redondeada. Sus características orejas son grandes y puntiagudas. El cuerpo de los monteses es musculoso y robusto a la par que es estilizado y flexible. Pueden llegar a pesar hasta 8 kg. Y su esperanza de vida oscila entre los 6 y 12 años.

Estos gatos son animales solitarios excepto durante la época de celo, así que los machos acostumbran desplazarse por varios kilómetros mientras que las hembras son sedentarias y territoriales; lo cual los asemeja a algunos de los grandes felinos. Sus hábitos de caza son nocturnos y se le puede observar en pastizales en el atardecer o a primeras horas de la mañana

Este depredador basa su alimentación principalmente en pequeños roedores y aves, aunque son capaces de cazar liebres, conejos, y en algunas ocasiones son capaces de alimentarse de anfibios y algunos invertebrados. Su manera de cazar es similar a la del gato doméstico. En momentos de escasez se comportan como animales carroñeros, comiendo presas cazadas por otros depredadores.

En cuanto a la reproducción, el período de celo comienza en el mes de diciembre. El gato montés macho delimita su territorio; se aparea al principio de la primavera pudiendo copular con varias hembras. La gestación dura entre 63 y 69 días a cuyo término, la hembra busca una grieta o un tronco hueco para anidar. Las crías nacen al final de esta o al comienzo del verano. Será la hembra la que cuide de la camada, usualmente la cantidad de dos a cuatro pequeños gatos.

Los cachorros vivirán con su madre durante cinco meses

La longevidad máxima de los monteses es de 15 años. Los machos alcanzan la madurez sexual a los 9 o 10 meses de edad, mientras que las hembras los hacen a los 10 a 12 meses.

El lobo gris y el puma son los depredadores naturales del gato montés. Además, los cachorros son presas fáciles de lechuzas, águilas, zorros y linces adultos.

Sin embargo, el hombre ha sido su mayor enemigo. Aparte de exterminarlos por considerarlos un peligro para los criadores de aves de corral, en algunos casos lo hacen por lo cotizado de su piel o simplemente por la caza furtiva. Esto ha hecho que se los haya colocado como una especie amenazada en la lista roja de la unión internacional para la conservación de la naturaleza.

A todo esto, se le suma la pérdida de variabilidad genética debido al cruce entre el gato doméstico con el gato montés, puesto que ambas especies están estrechamente relacionadas; la llamada hibridación. Este problema es común en Europa, donde la densidad poblacional del gato doméstico en las zonas urbanas es muy alta frente a los gatos monteses; lo que ocurre por ejemplo en las zonas españolas de Madrid, La Mancha, Sierra Morena y Málaga; de tal manera que los gatos domésticos asilvestrados se ligan fácilmente con los gatos monteses.

Este es un proceso que viene sucediendo desde hace mucho tiempo y ha influido fuertemente en la disminución de la población de los gatos monteses.  Se estima que en la península Ibérica la tasa de hibridación es del 14%.

Estudios de marcaje por radio seguimiento han indicado la reducción poblacional del gato montés

La Asociación de Estudio y Conservación de Fauna Jarmusch se dedicó a partir del año 2017 a estudiar los hábitos y costumbres de los gatos monteses, así como estimar su densidad poblacional, en el entendido de lo poco que ha sido estudiada esta especie, a pesar de que en la península Ibérica se concentra la mayor cantidad de estos felinos. Mediante el uso de radio collares se le hizo seguimiento a unos pocos ejemplares capturados. Los estudios aún están por concluirse. En todo caso el gato montés es una especie protegida por acuerdos internacionales y por las distintas legislaciones, europea, nacional y autonómicas.

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Etiquetas: VIDA

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