La chatarra electrónica y la importancia de su reciclado

La basura electrónica, representa el mayor aumento en desechos al que se van a tener que enfrentar los servicios municipales de limpieza.

Los E-waste o chatarra electrónica hacen referencia a los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) y se definen como todos los elementos de aparatos eléctricos y electrónicos (AEE) con fecha fin de su vida útil y que su propietario ha desechado sin la intención de su reutilización. Solo el 20 % de los desechos electrónicos del mundo se recicla formalmente, el 80 % restante a menudo se deposita en vertederos.

Esta forma de vida urbana tiene consecuencias para el bienestar de las personas y crea una alta contaminación. En la Unión Europea la tasa de reciclaje se acerca al 25 %, y gran parte de los desechos electrónicos se va a alta mar.

Con los dispositivos cada vez más económicos, la sociedad se ha beneficiado de ello. Sin embargo, este crecimiento exponencial acarrea nuevos problemas. Los equipos electrónicos están llegando al final de la vida útil, la basura electrónica sigue creciendo, y con ese aumento viene la necesidad de programas efectivos de reciclaje.

La definición de desechos electrónicos abarca 6 categorías en la que encontramos una amplia gama de productos como: Equipos de intercambio de temperatura (equipos de refrigeración, congelación y acondicionadores de aire); pantallas y monitores; lámparas (lámparas fluorescentes, de descarga de alta intensidad y LED); Equipos grandes (lavadoras, secadoras, lavaplatos, máquinas de impresión, equipo de copiado); equipos pequeños (aspiradoras, microondas, tostadoras, afeitadoras eléctricas, calculadoras, equipos de radio, cámaras de video, juguetes eléctricos y electrónicos) y por último, los pequeños equipos informáticos y de telecomunicaciones (teléfonos móviles, computadoras personales e impresoras).

Solo en un teléfono móvil podemos llegar a encontrar más de 40 elementos de la tabla periódica, no obstante, una placa de circuitos electrónicos puede llegar a contener hasta 60 elementos, muchos de ellos valorizables


Los RAEE se componen de una mezcla compleja de más de 1 000 sustancias. Contienen metales preciosos, entre ellos oro, plata, cobre, platino y paladio, y también metales comunes tales como hierro y aluminio, junto con plásticos, que pueden reciclarse. También contienen tierras raras y metales peligrosos (mercurio, el plomo y el cadmio), y productos químicos, que si no se tratan correctamente pueden contaminar nuestro entorno.

Según un informe, casi el 75 % de los aparatos electrónicos antiguos continúa almacenándose en los hogares debido a la falta de opciones de reciclaje convenientes. La basura electrónica, representa el mayor aumento en desechos al que se van a tener que enfrentar los servicios municipales de limpieza, ya que se espera que crezcan a más de 50 millones en los próximos años. 

Las tres causas principales del aumento anual de desechos electrónicos son los rápidos avances tecnológicos que impulsan la innovación, la eficiencia y el desarrollo social y económico; la gran cantidad de personas que poseen más de un dispositivo de tecnología de la información y la comunicación (TIC), cuyos ciclos de reemplazo son cada vez más cortos; y el aumento de los ingresos y la capacidad económica de muchos países en desarrollo, que trae consigo el gasto de la clase media mundial en tecnología.

Los teléfonos móviles, ordenadores, TVs, equipos profesionales como switchesrouters, servidores, cabinas de almacenamiento etc., se cree que contienen por ejemplo hasta un 7 % de todo el oro del mundo


El reciclaje seguro de productos electrónicos está recibiendo una mayor atención por parte de los responsables políticos, la industria y los consumidores por igual. Esta tendencia es una buena noticia porque muchos consumidores aún no están seguros de cómo desechar de forma segura los ordenadores y portátiles, teléfonos móviles u otros dispositivos electrónicos en desuso. 

Las grandes empresas fabricantes están cada vez más motivadas para garantizar que sus productos estén diseñados para ser llevados a la tumba con el proceso de destrucción más respetuoso con el medio ambiente para evitar que los productos desechados sean utilizados por terceros.

Las regulaciones y los incentivos al reciclaje son la primera política pública a desarrollar en las naciones. El camino no es sencillo, tratar las consecuencias del e-waste es una prioridad, aunque las causas, como el consumismo excesivo, también deberían preocupar. 

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Etiquetas: SOSTENIBILIDAD

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