En febrero se aprobó la Estrategia de Almacenamiento de Energía, la cual estima que España cuente en 2030 con 20 gigavatios (GW) en sistemas de almacenamiento frente a los 8.3 GW que dispone actualmente.
Según algunos de los cálculos, será necesario la movilización de unos 14.000 millones de euros si se busca alcanzar los 30 GW para 2050.
El respaldo a todos estos cálculos lo dan los ciclos combinados de gas (27 GW), que se estiman puedan funcionar con gases renovables en el futuro.
También en las plantas termosolares que usan sales fundidas para almacenar energía y las centrales de bombeo, que reutilizan el agua desembalsada.
Falta de un esquema retributivo y regulaciones
Yann Dumont, presidente de Asealen, ha dicho que: Se ha empezado a modificar la regulación, tenemos una estrategia, una planificación y hay muchas ganas en el sector.Por otro lado vamos retrasados. Faltan cuestiones por regular y ver cómo se remunera.
Hay países como Alemania o el Reino Unido, que se encuentran mucho más avanzados y cuentan ya con esquemas retributivos de sistemas de almacenamiento, ha dicho Dumont.
Por último, Dumont agregó que el Gobierno español ha expresado su intención de sacar un esquema retributivo en 2023, acción demasiado tardía puesto que habría que tenerlo para 2022 porque entre que sale y se despliegan los proyectos pasa el tiempo.
No contar con sistemas de almacenamiento implicaría tener que sobredimensionar la potencia renovable para poder garantizar el suministro.
Belén Linares, directora de Innovación de Acciona Energía ha alertado que esto no sería económicamente viable, los precios actuales del mercado eléctrico y la incertidumbre sobre su evolución no dejarían la rentabilidad de los sistemas de almacenamiento.
En su opinión, para un desarrollo veloz del almacenamiento es necesario implementar incentivos regulatorios que den paso a la sostenibilidad económica requerida.
Mientras que en materia de bombeo existen proyectos suficientes para cubrir los objetivos previstos, en baterías solo hay 10 megavatios (MW) instalados.
Estos datos son niveles muy inferiores a los necesarios para cumplir con los objetivos de 2.5 GW en 2030.
Subastas y mercados de capacidad para favorecer el despliegue de sistemas de almacenamiento
Para Endesa, aunque los pasos se están dando en la dirección correcta, es necesario un marco regulatorio clara y estable que defina temas como:Registro de batería
Procesos de conexión
Mercados participantes
Cálculo de potencia
Señales de precio
Todos estos para generar un incentivo mayor a la inversión, como un mercado de subastas que favorezcan el almacenamiento de baterías.
Los sistemas de almacenamiento juegan y jugarán un papel indispensable en el sistema eléctrico de España y quedan dos regulaciones que son esenciales:
La normativa que desarrolle la hoja de ruta hasta 2030
La normativa que regulará las subastas de capacidad
Las tecnologías más avanzadas son las de bombeo y baterías
Heikki Willstedt, director de Políticas Energéticas y Cambio Climático de AEE, según vaya avanzando la instalación fotovoltaica y eólica habrá que ir sumando almacenamiento, como hidrógeno renovable y baterías.Por los momentos no ha habido un incentivo económico claro para invertir en sistemas de almacenamiento. Si los precios no son suficientes para invertir, deberían organizarse subastas para fomentar este tipo de instalaciones.
Desde la Fundación Renovable afirman que se está dando entrada a nuevas potencias renovables sin un aumento paralelo de la capacidad de almacenamiento.
España está atrasada en los retos tecnológicos que introducen sistemas de almacenamiento, pese a que se han quitado trabas administrativas que impedían su impulso.
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