A finales de Agosto conocimos en un encuentro de eco-aldeas al único habitante de un pueblo, que nos invitó a pasar en su pueblo un fin de semana y allí nos dirigimos encantados por salir por dos días de la urbe.
Este dato, desde luego, carecería de importancia si no fuese porque en dicho pueblo se llevan realizando desde el año 1984 investigaciones y experimentaciones de materiales y técnicas, que han dado como fruto la reconstrucción de un pueblo con casas bio-climáticas, de adobe, donde se utilizan energías renovables, se promociona el turismo sostenible y se intenta asesorar permitiendo de este modo, la transferencia tecnológica. ¿¿Qué más se puede pedir??
El pueblo de Navapalos situado en Soria, cerca del Burgo de Osma, en el camino del Cid, fue abandonado hace más de 30 años. Cuando esto ocurrió, se permitió a la ONG Interacción llevar a cabo, en su marco de investigación, una serie de nuevos aspectos basados en la sostenibilidad. Así, desde 1984, esta ONG ha organizado Navapalos como un centro para la investigación y experimentación de materiales y técnicas autóctonas y tradicionales.
Los aspectos que se trabajan son, entre otros:
- Investigación y Construcción del Patrimonio arquitectónico en tierra.
- Arquitectura contemporánea y bioclimática.
- Cooperación al desarrollo y vivienda de bajo coste.
- Energías renovables y Tecnología apropiada.
En 1995 fue elaborado el plan Navapalos 2000 en el cual el Centro Navapalos se define como “Un Centro demostrativo para el Desarrollo Rural Sostenible”.
De esta forma nos encontramos en Navapalos con la interesante compañía de El Murci, este habitante poco habitual que en ningún momento nos desveló su verdadero nombre.
Nos acogió, nos invitó a cenar, a comer y nos enseñó el pueblo; con sus diferentes módulos, todo ellos construidos con el paso del tiempo durante los campos de trabajo que se realizan en verano: la cocina, el taller de cerámica, taller de adobe, oficina, las diferentes casas (casa del sur, casa del horno) …
De esta forma nos quedamos impresionados con La Casa Bioclimática. Una casa que ha sido rehabilitada de forma que mira hacia el Sur y el Norte. La fachada Sur está llena de cristaleras, de esta forma el aire frío se calienta y va ascendiendo haciendo la función de calefacción. Por dentro la casa tiene otro sistema de cristaleras de forma que el primer, segundo y tercer piso están comunicados y el aire calienta puede recorrer todo la casa. Por otro lado la fachada norte tiene una venta, de esta forma en verano hay intercambio de calor.
Otro de los orgullos de Navapalos es La Casa Pinaniega, la casa donde dormimos. Las casas pinariegas, son el tipo de viviendas típico del norte de la provincia de Soria y Burgos. Están construidas con mampostería y entramado en madera y encestado. El nombre de Pinaniega viene de los extensos pinares de Soria y la característica más determinante es su chimenea; esta es en forma tronco-cónica, está construida con encestado de ramas de sabina recubierto con barro por dentro y fuera, en el exterior se cubre con tejas.
Respecto a la electricidad, se genera por energía solar y por dos pequeños aerogeneradores. Tienen una pequeña caseta donde se encuentran los acumuladores de energía y permite que tanto las calles como las diferentes casas tengan una autonomía total aunque, eso sí, hay que llevar cuidado con la cantidad de aparatos eléctricos que se enchufan a la red. Permite de igual modo el agua caliente. Por último el agua corriente sube hasta el pueblo de forma mecánica y gracias a un molinillo. Este agua no es potable, pero tienen en la parte baja del pueblo la fuente vieja un pequeño manantial que tiene agua fresca y potable todo el año.
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