De acuerdo con los datos publicados por la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, la superficie afectada por el fuego ha sido menor, con un total de 698 hectáreas, muy por debajo de las 1 000 que se registraron el pasado año.
En cuanto al tipo de superficies que sufrieron a causa de las llamas, el gobierno valenciano precisó que el fuego se extendió en unas 240,5 hectáreas de zonas arboladas, mientras que en las 457,2 restantes se trata de superficies formadas por matorrales o cañares carentes de arbolado.
Más de la mitad de los incendios forestales han sido causados por incidencia del hombre: 37,7 % de manera intencional, 22,2 % por usos negligentes del fuego y un 6.3% por accidentes. Por otra parte, las causas naturales, como rayos producto de tormentas eléctricas, han dado origen a un 23,4 % de la totalidad de incendios forestales registrados. Hasta el momento, se desconocen las causas de un 6 % de ellos, por lo que la Generalitat continúa impulsando las investigaciones pertinentes
Diego Marín, director general de Prevención de Incendios Forestales, sostiene que es necesario llevar a cabo una gestión sostenible de las masas forestales como parte de una planificación preventiva que se ajuste a las condiciones del monte mediterráneo en el marco de la lucha contra los impactos del cambio climático.
Además, señala que las superficies forestales han mostrado un crecimiento significativo. En la actualidad, estas se extienden a lo largo 1 300 000 hectáreas, 200 000 más que las existentes en 1975, lo que a su vez conlleva una sobrecarga de la gestión. Estima que es preciso incrementar la masa forestal, poner en valor los paisajes resilientes al fuego y recuperar el mosaico agroforestal que combina una diversidad de estructuras y funcionalidades. Dichas tareas forman parte de la planificación de los departamentos de Prevención de Incendios Forestales y de Medio Natural.
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