Un macho y una hembra han sido los primeros ejemplares liberados en una zona adecuada para evitar los atropellos y con gran cantidad de conejos, base fundamental en la dieta del lince. Otros cinco ejemplares serán reinsertados al hábitat en los próximos días.
La Junta de Extremadura, a través de la Dirección General de Sostenibilidad de la Consejería para la Transición Ecológica ha llevado a cabo la suelta de linces para el incremento de su población y reforzamiento genético. La campaña ha iniciado con la liberación de dos ejemplares en el Valle de Matachel procedentes del Centro de Cría en Cautividad de Zarza de Granadilla.
Se trata de un macho y una hembra previamente seleccionados por sus condiciones genéticas para expandirse en el territorio y aumentar su presencia. Además, la zona es idónea para su permanencia, ya que cuenta con una importante población de conejos que conforman la base de su alimentación, y una red vial diseñada para evitar los arrollamientos que suelen acabar con la vida de los linces. Es el octavo proceso de liberación de linces en Extremadura, y el primero como parte del proyecto Life LynxConnect.
Progreso de la iniciativa
Se espera que con la campaña sean liberados unos siete ejemplares a lo largo del año. Cinco de ellos serán soltados en los próximos días: tres machos y dos hembras que por los momentos se encuentran en los Centros de Cría Acebuche, en Huelva, el de la Olivilla (Jaén) y los Silves de Portugal.
La iniciativa, puesta en marcha en septiembre de 2020 y con un financiamiento de 18 millones de euros, tiene la finalidad de que la población de la especie sea totalmente sostenible y viable genéticamente, estableciendo vías de comunicación e intercambio hacia los núcleos poblacionales de Andalucía, Castilla-La Mancha y Portugal. El proyecto tendrá una duración de cinco años y entre los planes figura la creación de otros dos focos en Granada y Murcia.
Desde 2014, tras las reinserciones al hábitat y la reproducción de las hembras en libertad, la región suma 153 linces. Del total, unas 15 son hembras aptas para la reproducción. En tal sentido, el lince ibérico, que estuvo cerca de la extinción hace algunos años, ha salido del estatus de en peligro crítico y ahora tiene la condición de especie en peligro, según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, gracias a los programas de conservación que han contado con el apoyo de las administraciones públicas.