Hay que ser isleño y haber mamado la pesca desde la más tierna infancia para atreverse a pescar morenas como lo hacían los antepasados.
Nuevo intento de pesca a la antigua usanza
Es un arte que se transmite de generación en generación, de padres a hijos, pero hoy en día, por desgracia, está casi desaparecido. Casi nadie la practica porque no es rentable.Ahora las morenas se pescan en alta mar con nasas, es menos sacrificado, e incluso menos peligroso, pero pierde el encanto de lo antiguo, lo tradicional, lo clásico.
Los marineros costeros en Canarias utilizan una técnica un tanto especial para pescar morenas, le muestran la carnada mientras le cantan “¡Sal morenita jo…, sal morenita jo…, que viene el macho y te come la carná!”.
Unos calcetines viejos, sardinas, saltones o cualquier pescado sobrante es bueno para ser utilizado en este tipo de pesca tan ancestral como el pueblo guanche.
En Canarias, la pesca de morenas a la antigua usanza, cada vez se pierde más. Son pocos los pescadores isleños que aún conservan el arte de pescar este pez anguiliforme, atrayendo a las piezas con el cánticos, silbándolas o tarareándolas, y con un viejo calcetín, en cuyo interior se meten sardinas y se machacan para acto seguido mojarlo en el agua de mar y escurrirlo sobre la zona elegida de pesca, impregnando las charcas existentes entre las rocas de la mar con el tufillo a pescado que se desprende del mismo. Después, viene el anzuelo de pesca con carnada para atrapar la pieza una vez que sale de su guarida o bien utilizando un gancho o lazo, dependiendo del pescador.
LA MONTAÑA SAGRADA DE LOS GUANCHES
Ricardo Jesús Martín Pérez es un grancanario nacido en Gáldar. Lleva toda su vida pescando por afición, aunque, como bien apunta, directamente ligado a la mar y criado en la playa. “Por nacer, no nací ni en la clínica, sino con matrona y en casa, cerca del mar…”.
Ricardo practica la pesca en sus tres vertientes: caña, submarina y en embarcación, además de ser un excelente mecánico de coches. Lleva su tierra muy adentro, y no ceja en el empeño de rescatar la pesca de morenas a la antigua usanza, aunque es conocedor de las dificultades por las que atraviesa este estilo o arte, prácticamente extinto por las muchas dificultades que presenta, unidas a la falta de concienciación de la juventud que no quiere complicaciones y menos en la pesca al estilo tradicional de morenas. “La morena era un pez imprescindible en la dieta isleña hace varios siglos, ahora, éste y cualquier otro pez es capturado de forma industrial o criado en piscifactorías que surten más rápido al cliente, bien familiar o de hostelería”, dice Martín Pérez.
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