Muchos blogs se han escrito sobre el pueblo de Villa de Leyva, las palabras quedan cortas para describir los rincones magníficos de este espectacular lugar, catalogado como uno de los 10 pueblos más hermosos de Colombia. A pesar de todo son pocos los que notaron que en esta villa hay un dinosaurio que se niega a la extinción. Hoy Pachanave te invita a un viaje de aromas y sabores por el encantador mercado municipal de Villa de Leyva, un palacio del sabor y un knock out a los sentidos.
Hoy en Barranquilla la ciudad en la que vivo, inauguraron un mega centro comercial, el tercero más grande de Colombia, toda una mole erigida para el consumismo desbordado, coloso-meteórico de cuatro pisos y cientos de marcas y multinacionales; ahí me vino una epifanía y recordé mi último viaje a Villa de Leyva. Rememoré sus calles pero sobre todo su mercadito campesino de los sábados por la mañana.
Foto por Alejandro Corena - Pachanave
Si tienes hijos, si eres extranjero, si eres nacional debes antes de morir ir a este hermoso mercadito que es tan pequeño en comparación a las grandes superficies, pero mas valioso que ciento cincuenta Iphone 6 y doce tiendas Gucci. Aquí no encontrarás producción en masa, aquí encontrarás producción artesanal campesina, la papita sembrada con el sudor con la bendición de la pachamama, la fresa escarlata sin una sola gota de ira, sin una sola gota de pesticidas.
Foto por Alejandro Corena - Pachanave
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Te cambio 10 boletos a Disney Wolrld™ por una mañana en el mercado municipal Villa de Leyva, me sorprendió el color de las frutas, las papayas son vibrantes, los bananos son amarillos como el sol, las mandarinas más perfumadas, las sonrisas de los amigos campesinos son como carcajadas revolucionarias que se niegan a pasar al olvido, las viejitas con sus ruanas tejidas desgranan las arvejas, sus manos labradoras seleccionan la papa y tus ojos contemplarán por primera vez el tomate orgánico, no el orgánico que te venden en la ciudad limpiecito, aquí el tomate se le ve la tierra, se le ve lo desperfecto. Quiero lo desperfecto, me quedo con lo desperfecto, rechazo lo plástico, a veces soy plástico y camino como borrego hacia el centro comercial deshumanizado, pero gracias a este mercadito uno pone los pies en la tierra.
Foto por Alejandro Corena - Pachanave
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Ademas de natural, orgánico, autentico y limpio este mercado es muy económico con $50,000 pesos colombianos 15 USD aprox. se puede comprar una gran variedad de frutas y verduras. En mi experiencia comprando lleve cebollas, fresas, naranjas, repollo, papa de calidad, pimentones, melones, piñas etc. te sientes en el Jardín del Edén, sabes que llevas en tu bolsa de mercado el campo de Colombia, y das a los campesinos un pago justo a su labor titánica.
Hollywood nunca rodará una película sobre campesinos y este planeta vivirá miles de ciclos más pero estos héroes sin capa que labran la tierra seguirán desde su nobleza llevándonos las bendiciones de la pachamama a nuestro plato.
Foto por Alejandro Corena - Pachanave
En Colombia a pocos les importa el agro, el gobierno ni se inmuta, aquí al campesino lo esconden debajo del tapete, parece que muchos cedemos al encanto gringo de los centros comerciales y se le regala a las multinacionales el comercio y nos inundan con miles de productos caros llenos de químicos y mierda norteamericana y todo sigue tan normal. Soy un romántico muchachos, comprendanme, llevé a mi hija a contemplar la gloria de este mercado mientras dure, porque estas plazas en Colombia están condenadas al olvido así como nuestros campesinos han sido arrojados a la miseria.
Foto por Alejandro Corena - Pachanave
Mientras tanto la plaza de Mercado de Villa de Leyva sigue en pie con sus plantas aromáticas orgánicas, verduras frescas de la temporada, comidas típicas regionales, frutas arrancadas de la tierrita frescas y dulcesitas, tubérculos de calidad premium y yo aquí en Barranquilla sentado en el centro comercial VIVA la tercera mole más grande de Colombia y me pregunto ¿Por qué estoy sentado aquí con mi gaseosa 5 onzas?
La autocrítica me devora, me siento como en "Corazón delator".
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