Nunca subestimes una caja de cartón


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Cuando Manoli y a Juan, padres del pequeño Sergio, de 8 años, leyeron su carta a los Reyes Magos , apenas daban crédito. Además de la bicicleta de turno y de algunos juegos y gadgets tecnológicos, allí estaba ése otro deseo. Algo que no podían creer pero que, efectivamente, había ocurrido. El pequeño Sergio quería una caja de cartón para jugar. Justo como leéis. Ni siquiera pedía una casa ya elaborada, de esas que venden por Internet.

Pedía una caja  a secas.
Pensando que era una broma, Manoli y Juan asumieron el deseo del pequeño como algo insólito, frente a lo que no sabían muy bien cómo reaccionar. ¿De veras el pequeño esperaba encontrarse la mañana del día 6 de enero, una caja de cartón en el árbol?.

Pasaron los días y los escépticos padres decidieron 'probar'. Colocaron la caja de cartón, grande, perfectamente entera, extraída de algún supermercado quizá, junto a la puerta, al lado del árbol de Navidad. Sergio saltó de la emoción al verla, a las 7 de la mañana del día 6, ante la atónita mirada de sus padres:

-¿Era esto lo que le pediste a los Reyes, cariño?

-Si, claro. 

-¿Para qué quieres una caja de cartón?

-¡Para hacerme yo lo que quiera!

-¿Y quién te ha dado la idea?

-En el cole nos dieron un taller de manualidades creativas ecológicas. Y tengo muchas ideas chulis. Ya veré qué hago. Miraré algún tutorial en Youtube! 


No preguntaron más. Abrieron el roscón que habían comprado y juntos, pasaron un día formidable.
Ahí tenéis. Una historia sobre cómo no todo hoy en día es consumo feroz, y cómo las nuevas generaciones también tienen muchas, muchísimas cosas buenas que enseñarnos. Un perfecto equilibrio entre cómo los peques dominan la tecnología y redes sociales, pero al servicio de la ecología y de la creatividad. 

Lo que hace tiempo nos habría parecido una broma, hoy es una realidad latente. En el mismo mundo que los niños ya tienen tablet, móvil, y dominan más de un idioma, hay niños que piden a sus padres cajas de cartón.

¿El mundo se vuelve loco? No. De hecho, quizá se vuelva más cuerdo que nunca.

Foto. This is Karton
 
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