Qué podemos hacer frente al impacto ambiental que tienen los CD y DVD



Es preocupante la inmensa cantidad de CD (discos compactos) y DVD (discos digitales de video) que son desechados, entre otras razones, porque están obsoletos o inútiles, aunado también por el desarrollo de mejores dispositivos electrónicos de almacenamiento como las memorias flash o pendrive, que tienen más capacidad y ocupan menos espacio. Adicionalmente, la facilidad que representa la descarga vía streaming de música en formato MP3 y productos audiovisuales como vídeos, películas y demás contenidos multimedia, han hecho mella en el uso de estos dispositivos.

La aparición del CD en su momento, representó muchas ventajas frente a dispositivos de audio musical que existían anteriormente como los discos de vinilo, que eran de gran tamaño y que además llevaban aparejado el uso de cubiertas de cartón, cartulina, papel y polietileno. También significó el reemplazo de los antiguos diskettes.

Por otra parte, los CD y DVD fueron y siguen siendo un buen soporte de información, de programas informáticos y productos multimedia, contribuyendo en gran medida al ahorro de material de oficina y de espacio. Sin embargo, estos éxitos comienzan a eclipsarse cuando se transforman en una seria fuente de contaminación ambiental.

Los CD y DVD están elaborados en un 95 % de policarbonato y el resto por aluminio o plata, así con una serie de tintes. Se estima que mensualmente se descartan, principalmente por obsolescencia, entre 100 mil y 300 mil de estos dispositivos, de los cuales 75 % son CD de audio y CD ROM, 21 % son CD-R regrabables y un 4 % son DVD. En el mejor de los casos terminan en vertederos e incineradoras.

El policarbonato es un plástico elaborado mediante la combinación de petróleo y gas natural, muy duro y resistente a la degradación en tierra. No obstante, investigadores japoneses demostraron experimentalmente que el policarbonato es fácilmente degradado por el agua de mar. Lamentablemente, este proceso no resulta amigable con el ambiente, ya que se ha determinado que durante la degradación se origina el compuesto llamado bisfenol-A que es altamente tóxico para el ecosistema marino.

Antes de desechar algunos de estos CDs que ya no nos sirven o que ya no nos gustan, considera las siguientes estrategias:

-Reemplazarlos gradualmente por dispositivos electrónicos más eficientes como discos duros externos o memorias flash.

-Donarlos a algún coleccionista o a una institución que pueda hacer uso de ellos.

-Realizar algún tipo de manualidad y darle un uso diferente en el hogar, como porta vasos, relojes, lámparas, mandalas o cualquier otra cosa que te dicte tu creatividad.

-Envíalo a un centro de reconversión para este tipo de productos.

El proceso de reconversión (reciclaje) del policarbonato de los CD en materia prima es relativamente sencillo. Consiste en fragmentar mediante la trituración, pasando luego a una limpieza para eliminar todo aquello que lo acompaña como lo es el papel, lacas, aluminio o plata. Una vez limpio, los fragmentos son fundidos y moldeados en una extrusora, a partir de la cual se producen lentejas pequeñas de este material plastico, listo para ser usado en la fabricación de lentes, monturas, dispositivos para ordenadores, pantallas antibalas, escudos antimotines, ventanas de seguridad entre otros.

En España hay pocas empresas dedicadas al reciclaje de CD, entre las que se destaca la empresa vasca CEDRIKA


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Pedro Churión l Redactor Especialista


 
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