La ayuda, conocida popularmente como los 420 euros (este año ya son 426), se destina a los parados que hayan dejado de percibir prestación o subsidio de desempleo desde el 1 de enero del año pasado.
La prórroga no supone que quienes estén percibiendo esta paga puedan seguir cobrándola.
En realidad, lo que se prorroga es el programa, pero los beneficiados sólo pueden recibir la ayuda durante medio año.
Posteriormente, y según apuntan fuentes del Ministerio de Trabajo, debe ser la red de protección social de las comunidades autónomas quien se haga cargo del desempleado.
La vigencia del primer programa, aprobado el pasado agosto, finaliza el próximo lunes, por lo que su prórroga tiene que ser aprobada el próximo Consejo de Ministros.
La prolongación del programa temporal de protección por desempleo e inserción es competencia del Gobierno.
Para tomar esta decisión, el principal criterio que tiene en cuenta el Ejecutivo es la alta tasa de paro.
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