Sin embargo, representantes de las trabajadoras de estas casas han señalado que sólo en una de ellas se da la circunstancia de que siete trabajadoras se encuentran de baja, dos por razones de maternidad y otras cinco por otras causas, casi todas por el estrés que llevan soportando durante los meses que están trabajando sin cobrar.
Las mismas fuentes aseguran que en la otra casa de acogida que también gestionaba Fundescan no sucede lo que alega el Cabildo, sino, que, por el contrario, de las once personas que desarrollan allí su trabajo sólo hay dos de baja. Además, se da la coincidencia de que en ese recinto sólo estaba viviendo una familia.
Con estos datos, las trabajadoras no entienden la razón por la que el Cabildo cierra estos recursos, que supone quitar 15 plazas de unidades familiares para las víctimas de violencia de género en Tenerife.
Es un duro golpe a la Unidad de Violencia y explican que en estas dos casas de acogida se atiende también a los menores que están a cargo de las maltratadas, algo que no sucede en los pisos de acogida.
Fuente: www.eldia.es