A todos nos gusta tomarnos un baño de agua caliente o estar 20 minutos bajo la ducha, pero si estás aquí es porque quieres ahorrar, y para ello tendrás que hacer algunos pequeños esfuerzos. Piensa que no es solo por tu bien, sino por el de todos.
El objetivo de este artículo es presentar algunas ideas a tener en cuenta para facilitarte esta tarea que beneficiará tanto al medio ambiente como a tu bolsillo a final de mes.
Cómo ahorrar agua en el baño
Reductores de caudal. Un simple juego de anillas a presión y a rosca instaladas en el grifo permiten que el caudal de agua se reduzca hasta casi la mitad. Estos reductores de caudal o aireadores, introducen pequeñas burbujas de aire en el caudal para “engordar” el chorro y, en consecuencia, reduce el consumo de agua. Además, también podemos encontrar alcachofas de ducha con mecanismos “ahorradores” de agua, ya que cuentan con diferentes posiciones que harán emanar el agua a presión, atomizada o en forma de lluvia.
Ducha en lugar de baño. Es preferible que te tomes una ducha a un baño, puesto que la ducha te va a permitir ahorrar la mitad de agua que si te tomaras un baño. Traducido en litros, esto puede suponer más o menos unos 150 litros menos de agua gastada. Además, si te propones reducir la ducha a 5 minutos, vas a ahorrar entre 3500 y 4000 litros de agua cada mes.
Reducir depósito de la cisterna. Al tirar de la cisterna del váter, estamos vertiendo entre 6 y 12 litros de agua en función del depósito. Además, los últimos años estamos viendo que incluyen un mecanismo que permite desalojar dos caudales diferentes: Un caudal pequeño para aguas menores y uno mayor para aguas mayores. Esto es algo que puedes instalar por ti mismo y contribuir al ahorro. Pero, en el caso de que no quieras, puedes optar simplemente por colocar dos botellas de 1 litro cada una, y estarás ahorrando 2 litros por cada uso del inodoro. Al mes se nota.
Aprovechar el agua fría. Si eres de los que abren el grifo y esperan a que el agua se vuelva a una temperatura confortable, estás derrochando toda el agua inicial. Vierte esa agua en un balde o contenedor y úsala para regar las plantas, por ejemplo.
Gota a gota, un grifo puede llegar a desperdiciar hasta 50 litros al día. Tenlo en cuenta y repara las posibles fugas.
Cómo ahorrar agua en la cocina
Reductores de caudal. En la cocina también aplican estos reductores de caudal o aireadores. Tendrás un chorro más grueso gastando menos agua.
Lavadora y lavavajillas al poder. Siempre que se pongan en funcionamiento a plena carga, es mucho más eficiente usar estos electrodomésticos que lavar a mano.
Ollas y sartenes. Todos sabemos que las ollas y las sartenes se quedan con todos los restos pegados y, a la hora de ir a lavarlas, es una tarea que se torna tediosa y hay que estar frotando bajo el agua, ¿verdad? Está claro que esto no es nada ahorrativo ni ecológico. ¿Por qué no las dejas en remojo un rato antes? Toda la suciedad se ablandará y será más fácil y rápido lavarlas.
Electrodomésticos. Cuando toque sustituir un lavavajillas o una lavadora que se ha estropeado, opta por buscar uno con la etiqueta A+++. Saldrá algo más caro, pero cada mes notarás el ahorro de luz y de agua. Según un estudio de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), una lavadora vieja gasta 80 litros, frente a los 50 de una nueva con etiqueta A. Además, investiga si tu electrodoméstico tiene algún programa “Eco”.
Descongelar al aire. Es preferible que pongas a descongelar a temperatura ambiente eso que tenías en el congelador la noche anterior que ponerlo un par de horas antes en agua, ya que vas a gastar entre 20 y 30 litros de agua de forma innecesaria. En el caso de que te olvides la noche anterior, opta por llenar un recipiente con agua en lugar de dejarlo bajo el grifo. Si además esa agua del recipiente es aquella que reutilizaste cuando esperabas que el agua se calentara, mucho mejor.
Fugas. Recuerda: Se desperdician 50 litros al día gota a gota.
Cómo ahorrar agua en el jardín
Plantas autóctonas. Si usas una planta autóctona, del ambiente obtendrá todo lo que necesita. Si tienes plantas que no son autóctonas, puede que necesites estar regándola frecuentemente.
Regar por la mañana. Cuando riegues, hazlo por la mañana, temprano, o por la noche ya que si lo haces cuando el sol está en su pleno apogeo, además de quemar la planta por el efecto lupa, el agua se va a evaporar al momento y tendrás que volver a regar más tarde.
Riego automático por goteo. Gracias a los sistemas de riego por goteo, la tierra va a presentar la humedad necesaria para el correcto crecimiento de tus plantas. Es mejor tener hidratada la tierra gota a gota que bañar a tus plantas en 2 minutos.
Tapar la piscina. Si no estás usando la piscina, ¿para qué dejarla destapada? Así solo conseguirás que el agua se ensucie antes y tengas que cambiarla o que se evapore poco a poco y tengas que volver a llenar de agua todo lo que se ha evaporado.
Fugas. Recuerda: Se desperdician 50 litros al día gota a gota.