Si alguna mujer se niega a llevar a cabo estas imposiciones, o incluso sólo si habla con un chico, se considera que ha atentado contra el honor de la familia, por lo que la asamblea familiar decidirá cómo castigarla.
El resultado de todo esto son las 72 mujeres asesinadas durante el pasado año 2010 en las zonas kurdas. Además, 113 mujeres se suicidaron obligadas por su familia o porque ya no aguantaban más vivir en esas condiciones.
El caso de Ferihan sirve como ejemplo para ilustrar esta situación. Siendo menor de edad, le obligaron a casarse con un familiar mayor que ella, quien le obligó a prostituirse. Ante esto, Ferihan se escapó con el hombre al que amaba, pero desgraciadamente su marido la encontró y su familia la condenó a muerte. Esta condena finalmente no se llevó a cabo gracias a su hermano, quien se puso en contacto con el Colegio de Abogados de Diyarbakir para salvarle la vida.
¿Pensáis que hay solución para estas mujeres que son condenadas por intentar vivir su vida libremente?
Foto e información: El Mundo