De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), los visones americanos pueden propagar la covid-19 y transmitirlo al ser humano. Estudios realizados en los Países Bajos lo han demostrado y se ha ordenado el cierre de granjas de forma preventiva. Desde la organización, han exigido que España acabe con estas bombas biológicas, como las han calificado. No solo por motivos sanitarios, sino también por la precariedad en las condiciones de vida de estos animales.
Señalan que en España aún hay 38 instalaciones destinadas a la cría de visones americanos, que tiene como fin la comercialización de pieles y artículos de moda. Además, la permanencia en espacios cerrados impide sus actividades naturales, como vivir en soledad o nadar en aguas dulces.
De igual modo, sostienen que el confinamiento provoca constantes fugas que ponen en riesgo a las especies autóctonas. Anfibios, peces, mamíferos pequeños y algunas aves que hacen sus nidos en el suelo tienden a ser presa de los visones, cuya dieta se basa en el consumo de carne. Incluso el visón europeo se ha visto amenazado por el crecimiento de su primo americano.
Su desaparición ha sido acelerada y a día de hoy solo quedan unos 500 ejemplares en España. Se trata, además, de uno de los países que más recursos invierte en mantener a raya a la especie invasora.
Exigen medidas drásticas para prevenir contagios
Los daños ocasionados por el visón americano han llevado al cierre de granjas en Austria, Croacia, Reino Unido, Suiza y Japón. Incluso Dinamarca ha tomado medidas más radicales, como el sacrificio de 17 millones de ejemplares. España, por su parte, ha acogido y otorgado estatus legal a varias empresas peleteras. No obstante, no se ha considerado la explotación de la especie ni los riesgos que implica su cría para la salud y la fauna autóctona.
En consecuencia, WWF ha solicitado al Gobierno el cierre urgente y definitivo de todas las granjas de visón americano existentes en España, con todas las garantías sanitarias y de bienestar animal necesarias. La otra petición es la modificación urgente del Real Decreto 630/2013, que regula el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, para que esta actividad quede definitivamente prohibida en todo el territorio español y cese el funcionamiento de las granjas existentes. Asimismo, han habilitado un formulario en su sitio web para respaldar su solicitud mediante la recolección de firmas.