Cuando estaba en el instituto y gracias a un profesor muy especial del que aprendí un montón, conocí a parte de los grandes escritores del siglo XX. Joyce, Cortázar, Borges, Goytisolo...
Hoy quiero compartir con vosotros un poema del gran Jorge Luis Borges. Uno de mis escritores y pensadores favoritos. Poema que alguien me leyó de pequeña y que a día de hoy, con la treintena más que cumplida, constituye todo un manifiesto para mi, un ideario de cómo se ha de vivir...y a veces, se nos olvida.
¿No os pasa que, a medida que vais cumpliendo años, aquellos dichos o expresiones, quizá también refranes, de vuestras madres o abuelas, toman una relevancia brutal? Es como si hubieran estado dormidas dentro de nosotros toda una vida y con la madurez,despertaran de repente. Algo así me pasó con estas líneas. ¡Cobran una terrible sensatez ahora que soy mayor! Y suscribo cada una de ellas.
Seguramente os suene, pues es de sus poemas más famosos. Se llama Instantes. Ya sólo el título evoca perfectamente a un montón de conceptos ¿verdad? carpe diem, tempus fugit...''vive, que son dos días''.
Se dice el genio Borges lo escribió ya casi en su senectud. Y hay quien cree que tuvo mucho que ver con un amor por el que nunca fue lo suficientemente valiente para luchar. Seguro que más de uno se siente identificado con todo esto.
Os lo copio:
Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.
Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.
Pero ya ven, tengo 85 años...
y sé que me estoy muriendo.
¿Qué? ¿A que os ha gustado mucho? Bueno, opiniones a parte, ahora entenderéis por qué digo eso de ''hago mias algunas partes...
¿No creéis que a veces, vivimos demasiado ''correctamente''? ¿No deberíamos ser mucho más espontáneos y salvajes como animales que somos?