Este es el caso de Marta Álvarez, quien, tras vivir en la ciudad de Vigo, decidió trasladarse al campo en el año 2000 y montar una granja en Monterroso (Lugo). En ella tiene 57 vacas, cuya cuadra cuenta con música y fotografías en las paredes, para garantizarles las mejores condiciones de vida.
Pero a pesar de todo, el negocio de la leche no proporciona suficiente dinero. Ante esto, ha decidido utilizar su nata para elaborar galletas artesanas. Desde entonces, su negocio no hace más que crecer, hasta el punto de cocinar 30 kilos de galletas diarios.
Este nuevo proyecto le ha valido el premio de Excelencia de la Innovación del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.
Por su parte, la bióloga Catalina Fernández ha elaborado unas cápsulas naturales a base de complementos alimenticios extraídos de las setas. Algunos de sus beneficios son equilibrar el colesterol en sangre y fortalecer el sistema inmunológico. Catalina tiene que atender pedidos incluso de farmacias de Nueva Zelanda.
¿Qué os parece que sean algunas mujeres quienes renuevan con sus proyectos el mundo rural?
Foto e información: El País