España es el tercer país de la UE que más experimenta con animales

En España, el 5.13 % de los procedimientos que se aplican en animales son mortales. Un 8.21 % son severos, un 34.97 % moderados y algo más de un 50 % son leves.

Vivisección: del latín vivus + sectio (cortar vivo).  Según la RAE, es la disección de los animales vivos con el fin de hacer estudios fisiológicos o investigaciones patológicas. Hoy en día es considerada la manera más cruel de maltrato animal y abuso absoluto de poder, aun cuando todos los productos que consumimos diariamente han podido ser testados en animales vivos concebidos para ese fin.

España realizó en 2018 y 2019 un aproximado de 800 000 experimentos con animales. Son más que los que se contaron en 2017, cuando se llevaron a cabo 725 833, una cifra que le valió el tercer puesto en la lista de los países de la Unión Europea que más lo hacen, solo por detrás de Alemania y Francia.

El 80 % de los animales usados en España para la investigación son roedores y, aunque se utilizan algunos jerbos o cobayas, la mayor parte de ellos son ratones y ratas. Los peces, sobre todo por el uso del pez cebra, también son bastante utilizados. Los que mayor rechazo social generan son los perros, gatos o primates, aunque son los que menos se usan.

Los últimos datos oficiales de usos de animales en España son de 2019, y se registran alrededor de ochocientos mil. Bastante menos de los que se usaban hace 10 años, cuando las cifras superaban el millón de animales



En 2016 se firma el primer Acuerdo de transparencia sobre el uso de animales en experimentación científica en España. Es un documento promovido por Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE) junto a la Asociación Europa de Investigación Animal (EARA), con el objetivo de abrir las puertas de los laboratorios y mostrar cómo se trabaja, las garantías y controles que tiene esta labor investigadora de cara al bienestar animal e informar de los beneficios que se derivan de la sociedad.

El acuerdo es presentado anualmente y compromete a las más de 1oo organizaciones firmantes, entre las que se encuentran organismos públicos de investigación, universidades, centros de investigación, sociedades científicas, empresas y hospitales, a compartir información de forma transparente, sobre las razones, los métodos y el avance en el conocimiento que la misma genera y que justifica el uso de animales en investigaciones científicas.

Experimentos durante la pandemia

Durante los meses de pandemia la mayoría de los experimentos se detuvieron en todo el mundo y los investigadores reportaron de cómo los confinamientos dificultaban el cuidado de los animales de laboratorio. Miles de ellos han sido sacrificados. Esto se debe a que parte del personal, en especial las personas mayores y vulnerables, optaron por trabajar desde casa.

La mayoría de los ratones y ratas fueron sacrificados, ya que deben tener una edad específica dependiendo de lo que se esté investigando. Por suerte la mayoría de los animales no pueden ser infectados por el nuevo coronavirus, pero hay algunas excepciones, los gatos, hamsters, hurones, visones y primates no humanos pueden enfermarse. En el caso de los monos se presenta como un síntoma leve, parecido a un resfriado.

Carmen Méndez, presidenta y portavoz de la Asociación de Defensa de Derechos Animales (ADDA), vislumbra el final de la práctica más pronto que tarde por una razón sencilla ya no es por la moral ni por acabar con el sufrimiento animal Es que ni siquiera es un método efectivo.

Lluís Montoliu, científico del laboratorio del CNB Ángel Navarrete, expresa que no es tan sencillo experimentar con animales hoy en día porque existen garantías. Se ha de cumplir el principio de las tres erres: Reemplazo, reducción y refinamiento. Es decir, usar alternativas cuando las haya; reducir al mínimo posible y que haga viable el experimento en número de animales involucrados y mejorar las técnicas utilizadas con los últimos avances, para garantizar que los animales sufran lo menos posible.



 

Somos los primeros interesados en usar alternativas a la experimentación animal si existen Pero desgraciadamente hay casos como las enfermedades que afectan al sistema nervioso o el cáncer, para las cuales no hay alternativas

La ciencia lleva años trabajando en la búsqueda de alternativas para poder reducir la experimentación con animales. Los números van a la baja, pero se trata todavía de una práctica muy extendida en áreas como la investigación básica.

En el caso de los animales que no sufren daños, la legislación española y europea contempla que los ejemplares pueden ser dados en adopción, realojados o devueltos a un hábitat, explotación u otro medio que sea adecuado para la especie de que se trate. Pero las devoluciones a su hábitat natural son muy pocas porque se trata de animales que han sido criados en cautividad, con lo que no sobrevivirán. 

Cuando es posible, la segunda oportunidad se da en forma de adopción, por lo general acaban en manos de personas que trabajan en la misma institución o de conocidos de estos, de lo contrario se derivan a protectoras.

Naciones Unidas declaró el 24 de abril, Día Internacional del Animal de Laboratorio, fecha del nacimiento de Lord Ludwig, quien fue presidente de un comité inglés que desde 1875 lucha contra la experimentación con animales.

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