Galicia aprueba la construcción de una nueva planta de transferencia de residuos

El Gobierno de Galicia, por medio de la Sociedade Galega do Medio Ambiente (Sogama), ha autorizado un importe de 1.2 millones de euros que se adjudicarán a la empresa Mezclas, Obras y Proyectos S. A. para construir una nueva planta de transferencia de residuos urbanos en Ponteceso.

Las nuevas instalaciones, que reemplazarán a las actuales, estarán ubicadas muy cerca del parque empresarial de Tea. Estas ocuparán unos 650 metros cuadrados, en tanto que otros 1.000 m2 se emplearán como áreas verdes en un terreno cuya totalidad abarca 5.235 metros cuadrados.

Esta nueva planta de residuos en Galicia contará con una mayor capacidad, cuyo límite oscila alrededor de las 12.500 toneladas anuales, y con una eficiencia mayor en otras labores como el trasvasado de residuos genéricos; envases plásticos, latas y briks; así como la materia orgánica depositada en los contenedores negro, amarillo y marrón, respectivamente.

Cuatro administraciones se verán beneficiadas por la nueva planta de residuos en Galicia

Su entrada en funcionamiento beneficiará a una total de cuatro ayuntamientos: Cabana de Bergantiños, Laxe, Malpica y Ponteceso. Todos estos municipios suman unos 18.000 habitantes, por lo que incluso cabe la posibilidad de atender a otras tres administraciones municipales en la gestión de residuos de tipo orgánico.

De igual manera, dispondrá de un compactador fijo en lugar de los portátiles que tienden a presentar daños y una menor fiabilidad, además de una menor capacidad y un mayor coste para su mantenimiento. Contará también con un sistema de traslación de contenedores en caso de algún contratiempo.

En cuanto al consumo de energía, han apostado por las energías renovables para la planta de Ponteceso, que será alimentada por energía solar tras la instalación de los paneles fotovoltaicos. La financiación de esta planta provendrá del Feder (Fondo Europeo de Desarrollo Regional), un mecanismo de la Unión Europea para hacer frente a las consecuencias de la crisis sanitaria.

La empresa adjudicada dispondrá de cinco meses desde la formalización del contrato para poner en marcha las obras. La meta es que la planta inicie sus funciones el próximo año con miras hacia una mejor gestión de los residuos orgánicos para la elaboración del compost que será de beneficio para otras actividades como la agricultura y la jardinería.

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Etiquetas: ECOLOGÍA

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