En este post me hago eco de un lamentable hecho ocurrido en Gran Canaria pero a diario se pueden leer casos similares o aún peores como el caso del centenar de perros hacinados en zulos en el municipio gaditano de San Roque (una información que puedes leer en estanislaoberruezogarcia.com).
La Guardia Civil imputa a una persona por maltrato animal
Un vecino de Gran Canaria ha protagonizado una triste historia que acabó con la muerte de una cría de podenco canario.
Fotografia de una cría de podenco canario
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil del Puesto Principal de Vecindario (Gran Canaria) imputó hace unos días al presunto autor de un delito contra la protección de la flora y la fauna. Según la informaciones e indagaciones de las autoridades, esta persona es responsable de la muerte por maltrato de una cría de podenco canario a la que abandonó en la vía pública.
La muerte del animal se produjo el pasado mes de Enero pero fue hasta un par de meses después, en Marzo, cuando la Guardia Civil comenzó a indagar los hechos que acabaron con la muerte del animal. Gracias a las informaciones aportadas or los veterinarios que atendieron al animal, los agentes del Seprona consiguieron localizar al supuesto dueño del animal.
Las investigaciones de los agentes de la Guardia Civil han cristalizado en la imputación de un delito de maltrato animal en base al artículo 337 del Código Penal quedando el imputado a disposición del Juzgado, en funciones de guardia, de San Bartolomé de Tirajana.
Según la Ley 8/1991 del 30 de Abril, sobre protección de animales en la Comunidad Autónoma de Canarias se establece en su artículo 4 apartado 1 que "el propietario o poseedor de un animal doméstico tendrá la obligación de mantenerlo en buenas condiciones higiénico-sanitarias, realizando cuantas actuaciones sean precisas para ello". Un artículo de la ley que, evidentemente, en este caso no se ha cumplido.¿Se hará justicia?
Una vez el imputado pase a disposición judicial, toca el momento de esperar que se haga justicia. En los últimos tiempos hemos tenido conocimiento de casos en los que se deja claro que los castigos no son tan duros como cabría esperar.
Me refiero exactamente a un caso ocurrido hace escasas fechas en Ayamonte (Huelva) donde un hombre ató a un perro a una roca en la orilla de la playa y esperó a que subiera la marea para dejar al animal morir ahogado. Un caso que, para el juez queda saldado con tres meses de prisión (puedes leer la noticia completa en javierberruezosegura.com).
En otro post anterior comentamos algunos logros en la lucha por los derechos de los animales poniendo como ejemplo la legislación francesa o el reconocimiento al hábeas corpus de dos chimpancés en Manhattan (Nueva York). Sin duda, tenemos noticias para la esperanza pero estamos muy lejos de alcanzar la meta.