El minimalismo no es algo que se consigue de la noche a la mañana y, al igual que los hábitos, se logra con esfuerzo y de realizar actividades con regularidad. No es una práctica estricta, pero el minimalismo requiere de hacer cambios en nuestras costumbres, rutinas y hábitos.
Ahora, lo increíble de los hábitos es que no se heredan y que se pueden aprender. Lo único que exigen de cada uno es la constancia y motivación por hacer un cambio.
Puedes hacerte de muchos buenos hábitos pero considero que estos 5 son los que te pueden ayudar a mantener una vida sencilla y dejar el caos y amontonamiento lejos de tu día. Y mantengo corta la lista, que con esto del minimalismo, no hay que saturarnos ni siquiera con los hábitos.
1. SABER DECIR “NO, GRACIAS”.
El “No” es esa pequeña palabra que nadie quiere escuchar y muchos temen pronunciar. Pero tras una palabra negativa se esconde una voz liberadora. El aprender a decir que no a las personas y situaciones que no te agradan, te ayudará e impulsará a darle el sí a muchas otras oportunidades.
A veces nos dejamos llevar por la presión social o el “qué dirán”, que nos vemos obligados a decirle que sí a todo. Y déjame decirte que si seguimos así, acabaremos llenando nuestra vida de infelicidad. Sonará quizás algo dramático pero “gota a gota se llena el vaso”.
Es momento de hacer algunos cambios y ojo, que el decir que no a las obligaciones y responsabilidades no está permitido. Hay que aprender a decirle que no a las cosas tóxicas y nada provechosas.
De ahora en adelante, cuando alguien te pida hacer algo que no quieres primero piensa en los beneficios que te traerá y si no va de acuerdo a tus ideales se cortés y contesta: “no, gracias”.
2. SER REALISTAS CON LAS NECESIDADES
Hoy en la actualidad los medios nos convencen de que muchos productos son necesarios y que tener cosas conlleva a una mayor felicidad. Y aunque muchos estamos conscientes de que esa es la magia de la mercadotecnia, nos dejamos envolver en este universo de sugestiones. ¿Por qué?
Los significados de necesitar y querer se han mezclado y se perciben como conceptos intercambiables. Pero hay que ser realistas y entender que no son lo mismo.
Ahora la gente busca darse valor y ser aceptado con lo que tiene. Por eso el “quiero algo” se convierte en un “lo necesito”. Porque ciertamente el amor es una necesidad que todos merecemos. Pero más que tener cosas, deberíamos aportar valor al mundo desde dentro, con valores y buenas intenciones. Ya que más que recibir hay que dar.
Por eso, antes de comprar algo piensa si realmente es necesario. Lo que está de más se vuelve vano y te ves obligado a comprar de nuevo. Te aseguro, que lo material no te hará feliz si no cubres lo realmente esencial primero.
Más que en poseer, hay que fomentar el ser. Esa sí es una necesidad humana.
3. HACER LIMPIEZAS PERIÓDICAS
Y si te has llenado de cosas que no te hacen feliz una limpieza es algo inevitable y muy sano de realizar. Y no solo aplica al hogar; sino que también aplica a los alimentos, las pertenencias, las personas y nosotros mismos.
Una limpieza significa depurar lo que no es bueno y lo que no aporta nada de provecho. Las personas tóxicas, las situaciones negativas, las conversaciones insustanciales, objetos sin valor emocional y hasta nuestros malos hábitos se deben ir.
Lo mejor es hacer limpiezas periódicas; la frecuencia la definirás tú. Lo importante aquí es reflexionar sobre lo que no necesitamos y aprender a dejarlo ir.
Al principio no es fácil pero con el tiempo descubrirás que despojarte de cosas –tangibles y no tangibles– dejan un espacios para respirar y permiten abrise a nuevas experiencias y oportunidades.
En ocasiones, poseer tantas cosas innecesarias atan e impiden que realicemos nuevos proyectos o que conozcamos nuevas personas. Si no dejamos ir cosas malas, no podremos dejar entrar cosas buenas.
4. SIMPLIFICAR TODO
Simplificar, simplificar y simplificarlo aún más. El eficientizar y sintetizar las tareas y obligaciones es un área de oportunidad que podemos trabajar para tener más tiempo.
Considero que si aprendemos el arte de simplificar, habrá más tiempo para todo. El “no tengo tiempo” bórralo de tu vocabulario. El secreto está en hacer todo más práctico y sencillo; y también en dejar de hacer las cosas que no te corresponden o las que no te hacen feliz.
Mi recomendación es que cuando estés ante algo que no te gusta hacer, pienses en formas de hacerlo más llevadero o más fácil. En mi caso, El Mr. y yo conseguimos armar conjuntos de ropa para lavar por quincena; así gastamos menos agua y gas. Y como la realizamos mientras hacemos de comer, ambas tareas se pasan sin siquiera notarlas.
Y no es cuestión de hacer todo en menos pasos, sino de hacerlo inteligente y en línea con lo que necesitamos.
5. DISFRUTAR CADA MOMENTO
Este último hábito no necesita de mucha explicación. Disfrutar el momento significa estar en el aquí y en el ahora; no divagar en cosas que pasaron o que puede que nunca sucedan. No llenes tu cabeza con lo que tienes que hacer al día siguiente y disfruta de cada experiencia, compañía y tiempo de calidad.
Habrá tiempo para recordar el pasado o para planear por un futuro; todo tiene su ocasión. Aprecia el proceso y no te obsesiones por el resultado. Que el éxito de una vida plena está en disfrutar cada momento.
Te recuerdo que esta entrada también forma parte de #OctubreMesDeMinimalismo y como esta habrá muchas más. No te olvides de pasarte a Se Llama Estilo que allá hay mucho contenido también y podrás encontrar las 5 razones por las que me decidí ir minimalista. O si te perdiste las 5 razones de Cris, aquí las puedes leer.
Si te gusto algún hábito o quieres aportar tus opiniones estaré encantara de leerte en la sección de comentarios.
5 Hábitos Minimalistas Para Una Vida Libre De Caos @LaMoradaSimple
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