Es una receta súper fácil y muy rápida. A penas te llevará 15-20 minutos y lo más imporante, es muy muy sana. Nosotros últimamente la cenamos a menudo.
Yo busqué en internet cómo hacerlos, y hay mil formas y técnicas. Los míos quizá no sean los más perfectos pero te aseguro que están buenísimos.
Para hacer los espaguetis en sí, necesitas:
Calabacines (1 de tamaño normal,pero más bien gordito, da para una buena ración para 1 persona)
Un herramienta para hacer la forma de espaguetis. Hay de todo tipo y precio, yo me apaño con el típico rallador de IKEA que tiene en cada uno de los 4 lados distintos grosores, pero dicen que con las spirelli quedan casi igual que la pasta de trigo.
Una sartén
Aceite de oliva
Sal, pimienta (y opcional cúrcuma)
La forma de espagueti se la damos partiendo los calabacines a lo largo por la mitad, después de lavarlos bien (puedes quitarles la piel si quieres, yo los dejo tal cual), y rallándolos a lo largo con el lado de corte más grande. Es mejor empezar por la parte de la piel, porque es la más dura. Según te vas acercando al centro (zona de las semillas), las tiras se harán más blandas y es más fácil que se deshagan en la sartén. Puedes dejar el corazón para rehogarlo a parte junto con otras verduras en dados como acompañamiento.
Yo los rallo poniendo el rallador en vertical sobre una fuente grande. El resultado son tiras parecidas a los tallarines.
Una vez listos los falsos espaguetis puedes preparar el acompañamiento. Yo suelo usar pimientos asados caseros en tiras y queso, o una especie de pisto con cebolla, pimiento verde, rojo, tomate y el “corazón” de los calabacines. Reserva.
Calienta bien una sartén, vuelca los espaguetis con ayuda de un par de tenedores para evitar que caiga también el agua que han soltado en la fuente y agrega un chorrito de aceite de oliva, añade sal y pimienta al gusto (te recomiendo que también eches una cucharadita de postre de cúrcuma, que es sanísima, y tiene un montón de propiedades). Rehoga durante 2-5 minutos, no más porque pueden deshacerse.
Al final del todo y solo por darle temperatura, añade el acompañamiento elegido (los pimientos asados y el queso, el pisto o simplemente tomate frito) y ¡listo!
Como ves se trata de un plato super fácil, sano y riquísimo. Los niños lo comen fenomenal y para una cena es una receta perfecta.
Si la haces, cuéntame cómo te quedaron. Y si los haces de otro modo, igual!!! Que estoy deseando probar nuevas fórmas de comerlos.
Un beso,
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