Su nombre científico es Taraxacum officinale, y se le conoce como: Diente de león, achicoria amarga, achicoria amarilla, amargón, etc., es una planta perenne, herbácea y vivaz que crece de 20 a 50 centímetros de alto, con raíz primaria larga y carnosa. Tiene hojas alternas lanceoladas y dentadas, con una nervadura central, dispuestas en roseta a nivel del suelo.
El diente de león, una pequeña flor que crece en los jardines y caminos del campo, podría ser la clave para el desarrollo de la industria del transporte y fabricación de neumáticos. El árbol de caucho es la fuente natural de ese producto, sin embargo tiene tendencia a enfermarse y llega a ser afectado además por el cambio climático, de modo que los científicos están buscando nuevas opciones, y el diente de león pudiera ser la solución. La savia de la planta, es una sustancia lechosa parecida al látex, el principal ingrediente del caucho natural, y una variedad nativa de Kazajstán es la fuente más rica. Hoy en día científicos de varios países trabajan para mejorar una especie de diente de león nativo de Kazajistán, el cual puede reemplazar al material extraído de los árboles de caucho requerido en la fabricación de llantas y productos similares. Los especialistas coinciden en asegurar que las llantas utilizadas en vehículos para transporte de pasajeros requieren entre el 20% y 40% de caucho natural en la integración de materiales para resistir los cambios extremosos de temperaturas y evitar que las pequeñas grietas ocasionadas por el uso se expandan. La proporción de concentración de caucho natural es mayor cuando los neumáticos son destinados a la industria aeroespacial.
Se estima que para el 2020 se haya perfeccionado dicha tecnología con el patrocinio de las empresas líderes en la producción y comercialización de llantas en el mundo.
Este es un ejemplo actual de éxito de la aplicación del desarrollo de la tecnología con la utilización de recursos naturales en beneficio de la humanidad.