Pero hemos descubierto una fórmula para conseguir unas semillas que al crecer producen un fruto de características idénticas a la proteína animal y que prometen tener un sabor y una textura igual que si te comieses un bistec. Una vez cocinados, estos frutos pueden servirse en un plato con un poco de guarnición y aportan el contenido calórico, y proteico necesario, con una ventaja, contienen menos grasa saturada que la carne roja, por tanto podríamos equipararlo con la carne blanca de ave o el pescado.
Aún estamos perfeccionando el tipo de cultivo ya que al parecer las necesidades de esta planta son muy diferentes a las del cultivo normal.
Sin lugar a dudas es una noticia estupenda para todos los veganos y vegetarianos, también para todos aquellos que desean cuidarse y llevar a cabo una dieta equilibrada sin tener que sacrificar a ningún animal.
Pronto os informaremos más sobre el origen de estas semillas y de la posibilidad de distribución y venta.
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