Cargados de compromiso y deber para con la naturaleza, los empresarios estadounidenses Eben Bayer y Gavin McIntyre han desarrollado un concreto envase sostenible que les ha permitido ser nominados como finalistas al premio inventor del año por la Oficina de Europea Patentes.
El invento del futuro: biomaterial fúngico degradable
Casi la mitad del plástico se produce en el mundo va destinado a la fabricación de envases de un solo uso, cuyo destino final ya sabemos cuál es en la mayoría de los casos y no es el reciclaje precisamente. La crisis del plástico supuso para estos empresarios estadounidenses todo un desafío de buscar alternativas ecológicas y sostenibles para packaging, ello les llevó a inventar un nuevo biomaterial fúngico degradable que es prácticamente tan moldeable como el plástico.
El origen del descubrimiento se remonta a la infancia de Bayer, cuando de pequeño en la granja familiar de Vermont observó como los hongos crecían entre la madera pegando las astillas formando una amalgama de micelio y virutas de madera, como si de una cola de contacto se tratara.
Se dieron cuenta que los micelios son capaces de unirse con desechos de cultivos, como restos de cáñamo, cáscaras de maíz o incluso arroz, por lo que la tomaron como patrón y produjeron un material similar hecho de micelio.
Lo que hacen es poner la mezcla de deshechos y micelio en los moldes cuya forma se quiere que tomen. Entonces tras someter la mezcla de desechos y micelio a temperatura ambiente durante cuatro o seis días, ya puede ser cosechado, resultando del proceso un envase con la forma deseada compuesto de una sustancia no tóxica. Una vez obtenido el molde se seca y se cuece al horno para que quede bien solidificado, frenando de este modo el crecimiento del hongo.
Ventajas del packaging de biomaterial
El packaging de biomaterial ofrece diversas ventajas como su buena relación resistencia / peso, y su biodegradabilidad en apenas 45 a 180 días, resultando un material que incluso puede ser utilizado como abono y enriquecer el suelo. Estamos hablando de un envase cuyo proceso de fabricación consume entre una quinta – octava parte de la energía utilizada para la fabricación de plásticos.El año en el que Bayer y McIntyre presentaron su primera patente fue en el año 2006, y tan solo en un año habían fundado su empresa, Ecovative Design, cuya sede reside en la ciudad de Nueva York. Actualmente su empresa suministra envases fabricados con micelio de hongos para aquellas empresas con adquirido compromiso por la naturaleza. La conocida multinacional IKEA es una de las empresas que está utilizando este material para el embalaje y envío de sus artículos. Ahora Ecovative quiere ampliar su línea de productos para mejorar aislamientos energéticos de edificios, aislamientos para la industria textil, e incluso la fabricación de muebles ecológicos
Quién sabe si en un futuro los artículos de la tienda de Cesta y Setas se envían con este packaging.. ¿te lo imaginas?
Fuente: este post proviene de Cesta y Setas, donde puedes consultar el contenido original.
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