Esta poesía de Bécquer me acompaña desde que era muy jovencita y últimamente, bien lo sabe Maribel, también. Y no puedo dejar de emocionarme cada vez que la leo, con las pausas y la exaltación que se merece.
La fotografía está tomada hoy mismo y viene a expresar parte de mi "alejada vida". No hay más intención en esta entrada que la de mostrar que más allá de una pasión por la cosmética hay una chica sencilla y normal...
Casi perennes rayos de sol y rosas blancas.
VOLVERÁS LAS OSCURAS GOLONDRINAS (Bécquer)
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
¡esas... no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...
¡esas... no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas,
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido...; desengáñate,
¡así... no te querrán!
Ahhh! Y ya puesta a "desarroparme" os invito a que visitéis un blog de una chica que conocí hace unos meses en uno de mis talleres. Suelo recordar bastante bien los rostros y casi casi los nombres de las personas que asisten pero en ciertas ocasiones "conecto" con una afinidad especial con alguna de ellas. Pues bien, Maite fue una de ellas y, cosas de la vida, ayer descubro que escribe un blog que me ha parecido increíblemente genial. Tiene una frescura y un desparpajo fascinante.
Se llama Three days in Paris. ¿No os preguntáis por qué lo ha llamado así? Os animo a que lo descubráis.
Ahhh! Y ya que me he puesto... está bien recordar (si, quizás sea más para mi autoreflexión):
Ahhh! Y... Noooo... ya está... no os doy más la brasa. Punto y final. Besitos!