Imagen: Organicus
La lavanda (Lavandula angustifolia Mill.) es una planta muy abundante en la zona mediterránea, que tradicionalmente se ha utilizado para aliviar síntomas leves de estrés mental y agotamiento, así como ayuda para conciliar el sueño. De hecho, cultivarla en casa es sencillo, y si tienes huerto, te puede venir bien para acercar a polinizadores como las abejas y con su aroma ahuyentar a otros insectos no tan deseados.
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Mediante la destilación de las flores de la lavanda se obtiene su aceite esencial, que bien podemos emplear en el baño para disfrutar de todas la propiedades terapéuticas que nos ofrece esta planta. Tan sólo tenéis que abrir el grifo, dejar que la temperatura del agua ronde los 35-38ºC, añadir entre 15 y 20 mL del aceite esencial y dejaros llevar en el agua entre 10 o 20 minutos. Eso es todo? RELAX.
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Nota: su seguridad en niños menores de 12 años, mujeres embarazadas y en periodo de lactancia no ha sido establecido por lo que no se recomienda su uso.