El ambiente influye en nuestro estado emocional. Quieres que tu casa sea tu santuario de paz y descanso, un espacio limpio que aporte tranquilidad. Sigue leyendo y te indicamos cómo conseguirlo.
Luz naturalUna casa luminosa, llena de luz, es imprescindible. Para conseguir este efecto, te puedes ayudar de cortinas blancas y finas e incluso de espejos que reflejen la luz. Si tu casa no es muy luminosa o tiene pocos puntos de luz natural, puedes aumentar su efecto con luz suave de velas o lámparas auxiliares de pantallas que den luz cálida.
Tonos claros y neutrosLa tónica general del ambiente debe ser neutra. Colores agradables y cálidos que aporten luz y sensación de mayor amplitud. Los toques de color es preferible que sean en objetos efímeros o fácilmente sustituibles, como por ejemplo unas velas naranjas o unos cojines amarillos para el sofá.
Suelos
OrdenQue cada cosa esté en su sitio es fundamental para trasmitir sensación de tranquilidad y paz. Encuentra el sitio para poner cada cosa, y si alguna no lo tiene, guárdala o al menos que no esté a la vista. A veces compartimentar espacios puede ser de gran ayuda.
Flores y plantasLas plantas y las flores, aparte de dar el toque de color, aportan muchos más beneficios a nuestro hogar, oxigenan el ambiente y ayudan a regular la humedad. Hay muchas buenas razones para tener plantas.
AromaEl aroma de tu casa debe ser especial, suave y natural. Evita los ambientadores fuertes y elige mejor unas velas aromáticas o un tipo de ambientador que sea natural y preferiblemente ecológico. La elección del olor es muy personal pero funcionan mejor y son más relajantes los aromas naturales, de plantas aromáticas. Otra buena opción es tener la propia planta aromática en maceta, como lavanda, hierbabuena…
Líneas definidasIntenta que no queden huecos extraños entre los muebles, que no haya columnas y vigas en lugares extraños que partan el ambiente. Lo ideal sería espacios lisos con muebles que se adaptan perfectamente al espacio en el que están ubicados.
Espacios libres
Busca la sencillez, coloca sólo los muebles de almacenaje necesarios, incluso algunos de ellos pueden ser invisibles: huecos bajo escaleras, canapé, bancos con almacenaje en su interior... Ahorra en adornos innecesarios y no tengas miedo de dejar paredes desnudas y espacios libres. Ya lo sabes, espacios libres, sin recargar.
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