Pero si nos ponemos a pensar, algo no cuadra. Si pensamos en el coste que en su día tuvieron, en las personas que trabajaron para construirlas y mantenerlas, y por último en todas aquellas personas que las han disfrutado tantos años. ¿Por qué actualmente no se adecuan y se mantienen como correspondería?.
La gestión de estas áreas recreativas es del gobierno autonómico en su mayoría. Este hecho hace que muchos ayuntamientos se despreocupen del estado de éstas en su término municipal y por lo tanto eluden cualquier responsabilidad.
También es razonable pensar que para municipios pequeños el coste de mantenimiento puede ser alto y muy poco asumible, pero personalmente pienso que se han de buscar herramientas para que esto sea factible porque estas áreas recreativas son un recurso turístico de gran valor.
Ejemplos de la implicación de algunos municipios para buscar financiación para mantener sus áreas recreativas son la de establecer tasas por aparcamiento, subasta de servicio de bar o kiosko y la búsqueda de subvenciones para obras y servicios.
No tenemos que aceptar que nos digan que no podemos disfrutarlas por su mal estado y que se cierren al público pues es esto lo que las sentencia a una muerte lenta.
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