Una tendencia para los años siguientes es la ropa verde, es decir aquellos textiles fabricados con materias primas provenientes de cultivos orgánicos y que tienen un ciclo de degradado mucho más corto que las telas regulares. Interesante, ¿no?
El algodón es la fibra más contaminada: en su cultivo y tratamiento se ocupan hasta 60% más químicos que con otros materiales
¿Cómo podemos ayudar al ambiente a recuperarse rápidamente?
Entre las primeras acciones que podemos tomar está preferir los textiles orgánicos sobre los industrializados. Aunque su precio es ligeramente más alto, tendrás prendas de calidad para toda tu familia y estarás protegiendo el ambiente de residuos tóxicos.
Además, como es una tendencia, muchos diseñadores de renombre están incluyendo fibras naturales o biodegradables en sus colecciones, moda y ecología de la mano.
También puedes encontrar ropa creada con lana, algodón orgánico o fibras de bambú en los mercados locales o ferias verdes. Estos eventos reúnen fabricantes de ciudades cercanas que están comprometidos con la sustentabilidad y ofrecen sus productos a buen precio. Como en su proceso no se daña ni el agua ni a los animales, no tendrás que preocuparte por el maltrato ambiental.
Además, si el estilo original es lo tuyo, la ropa ecológica te encantará. Una gran mayoría de las prendas verdes están elaboradas de forma artesanal, así que nunca tendrás la misma ropa que alguna de tus amigas. Incluso algunos artesanos crean cada prenda a tu medida, con los colores y estampados que tú elijas.
¿Imaginas tener un guardarropa exclusivo sin pagar una fortuna?
Beneficios del algodón orgánico
Para que un cultivo sea considerado orgánico tiene que cumplir con una serie de requisitos tanto para el medio ambiente como para la salud, además de no ser transgénico. El algodón orgánico es cultivado en campos fértiles libres de pesticidas, herbicidas y fertilizantes químicos sintéticos, además se garantiza la rotación de cultivos. Esto beneficia a la tierra cultivada porque mantiene el ecosistema y su equilibrio natural tanto bajo el suelo como en la superficie. Con éste uso estamos garantizando que generaciones futuras puedan disfrutarla; no se contaminen los acuíferos, porque no se filtra a la napas sustancias químicas nocivas, y la fauna y flora que rodea a estos cultivos no se ve afectada. Otro factor muy importante es que los trabajadores de estos campos al no manipular sustancias químicas no ven afectada su salud y se respetan las condiciones de trabajo dignas (salarios, horas trabajadas, aspectos sanitarios, etc).
Otra de las consideraciones a tener en cuenta para que el algodón sea orgánico es que no se utilice blanqueadores ni tintes dañinos. Para que el algodón sea “más blanco” se utiliza cloro, peróxido de hidrógeno, dixina y formaldehído entre otros muchos compuestos dañinos. Además para teñir se utilizan metales pesados como el cromo, cobre y zinc, todas esta sustancias son altamente contaminantes y perjudiciales para la salud. Los primeros implicados son los trabajadores que manipulan estas sustancias, pero además nosotros nos perjudicamos indirectamente al utilizarlas porque en las prendas quedan residuos de estas sustancias que nuestra piel puede absorber.