Me apetece compartirla porque es fácil de hacer y además tiene múltiples usos.
Tiene 3 ingredientes principales:
Hidrolato de rosas: sirve para cualquier tipo de piel, regenera las células cutáneas.
Cera de abeja: es emoliente, cicatrizante, antiinflamatoria.
Aceite de almendras dulces: proporciona a la piel elasticidad, la nutre, suaviza e hidrata.
Está indicado para pieles sensibles y reactivas, para el culito de los bebés, pieles secas o muy secas, irritaciones, codos secos, labios agrietados, suaviza psoriasis, etc. Es suficiente con aplicar una pequeña cantidad, por lo tanto cunde bastante.
Ingredientes para 50 grs de bálsamo:Macerado de caléndula en aceite de almendras dulces – 32 grs.
Hidrolato de rosas – 13 grs.
Cera de abeja – 5 grs.
Vitamina E – 2 gotas.
Conservante natural – 3 gotas.
Si el aceite de almendras dulces está macerado con caléndula, añadiremos las propiedades de esta planta al bálsamo.
Para una conservación prolongada y evitar que se enrancie es bueno añadir vitamina E y conservante, pero si no se tienen es recomendable conservar en el frigorífico, sobre todo cuando hace calor.
Elaboración:
En un bol de acero inoxidable (preferiblemente) se pesa el hidrolato y en otro la cera de abeja junto al aceite, y se colocan al baño María a temperatura media.
Cuando esté derretida la cera, se sacan del baño María y se añade el hidrolato a la mezcla del aceite y la cera, y se bate con una batidora para hacer cosmética, o en su defecto una batidora de batir leche.
A los 2-3 minutos de batir se añade la vitamina E y el conservante, y se mete en el frigorífico durante 24 horas antes de usar.
Espero que os guste la receta y si la hacéis me lo contéis.