La Tecnología de Recuperación de Hidrocarburos Vía Microbiana (IMP-RHVM) consiste en utilizar microorganismos que se encuentran en muestras de aceites y que produzcan metabolitos como dióxido de carbono, solventes y ácidos para aumenten el factor de recuperación.
En México, cuando se realiza extracción de hidrocarburo con tecnologías primarias y secundarias (que corresponden a el flujo natural y a la inyección de agua) se produce alrededor del 30 por ciento de aceite; por lo que un 70 por ciento queda en el yacimiento, de ahí la importancia de este tipo de métodos, menciona la doctora en biotecnología Patricia Olguín Lora, líder del proyecto.
Relata que la investigación radica en cultivar microorganismos en el laboratorio de Biotecnología y Recuperación de Hidrocarburos del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) que se obtienen de muestras de pozos.
Después se adaptan a las condiciones del yacimiento, temperatura, salinidad, pH y se observa la producción de metabolitos como dióxido de carbono, solventes y ácidos, que son los precursores para la extracción del aceite. Una vez que se obtiene la formulación adecuada se realizan modelos de simulación a nivel pozo.
Debido a que la tecnología se basa en un diseño específico para cada yacimiento, en cuanto a tipo de aceite y condiciones, deben realizarse estudios previos, analizar las características de salinidad, agua y tipo de aceite y así poder definir las condiciones óptimas para su aplicación.
“Los microorganismos cultivados pueden soportar temperaturas de hasta 95 grados, salinidades desde cero a 200 mil partes por millón”, especifica la doctora.
La tecnología es un proyecto del Fondo de Investigación del IMP que inició en 2006 y es liderado por las doctoras en biotecnología Patricia Olguín Lora, Gladys Castorena Cortés, Teresa Roldán Carrillo y el doctor en Ingeniería Petrolera Andrés Moctezuma Berthier.
La doctora Olguín Lora platica que la fórmula desarrollada por el IMP, para validar y desarrollar la tecnología fue probada en un pozo de Pemex de la zona sur de México en marzo de 2015, donde se observó el incremento de recuperación de aceite durante tres meses y se obtuvo un resultado de 26 por ciento.
La prueba consistió en realizar dos inyecciones de la formulación de cien metros cúbicos cada uno y se monitoreó la producción de aceite del pozo, composición y producción de gas.
A la fecha la tecnología RHVM ha registrado seis patentes. Dos en Canadá, dos en México y dos más en Estados Unidos. “Las primeras mexicanas que se autorizan en ese país en el área de recuperación de hidrocarburos por procesos biotecnológicos”, puntualiza Olguín Lora.
De estas patentes, una consiste en el desarrollo de un proceso biotecnológico para recuperación de hidrocarburos en medios porosos de baja permeabilidad (aceite ligero), y la otra en hidrocarburos pesados (aceite pesado).
Ahora que la última etapa terminó y se comprobó su efectividad, se busca transferir la tecnología a la parte de negocios para implementarla en diversos yacimientos y de esta forma iniciar su masificación.
Fuente: Energía en México / Notimex