Poca cosa, la verdad. No las quieren ni las máquinas expendedoras… no tienen apenas utilidad.
No es la primera vez que se plantean suprimirlos, o incluso usar una aleación más económica, pero sea como sea, mientras en muchos países europeos están desapareciendo en España ahí siguen.
El motivo de ser tan pesados es que son de cobre, un material valioso, que hace que 100 céntimos de euro sean mucho más valiosos que un euro. Las monedas de un céntimo valen menos de lo que cuesta producirlas, no son rentables.
Uno de los principales motivos por los que no se eliminan es el miedo al “redondeo”, pues se teme que una vez más, sería a la alza. Lo cual no debería ser así, si se elabora un plan adecuado para implementarlo.
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