Las pilas de combustible de hidrógeno son una fuente de energía limpia, utilizada ampliamente en la industria automotriz, aunque atrasada en el área de tránsito de trenes. Después de varios años de investigación para solucionar problemas tecnológicos clave, el modelo definitivo ya es operativo.
El tranvía puede ser recargado con hidrógeno en solo 3 minutos, con una autonomía de 100 km y velocidad máxima de 70 km por hora.
La distancia media de las rutas de tranvía en China es de 15 km, lo que significa que una recarga es suficiente para tres viajes completos.
No se producirá óxido de nitrógeno pues la temperatura de la reacción dentro de la pila de combustible es controlada por debajo de 100 grados Celsius. La única emisión del tranvía será agua, según aseguran desde la propia empresa.
Cada tranvía tiene 60 asientos y puede transportar a 380 pasajeros.