(Imagen/Flickr: Grand Velas Puerto Vallarta)
Lo primero que tenemos que conocer de las técnicas de relajación es saber en qué consisten: son las diferentes formas mediante las cuales una personas puede disminuir la tensión mental y/o física. Además estos procedimientos se pueden dividir en tres grandes familias:
1-. Ejercicios de respiración
2-. Técnicas corporales
3-. Técnicas mentales
Estos métodos te llevarán a conseguir un estado de relajación tanto muscular y mental; porque hay veces que aunque no tengamos tensión muscular nuestra mente no está relajada y viceversa. Se trata de encontrar un equilibrio de bienestar entre cuerpo y mente.
1-. Ejercicios de respiración
(Imagen/Flickr: Hernán Piñera)
Meditación y yoga son las bases de esta técnica. Mediante una constante inhalación y exhalación controlada conseguimos una sensación de relajación y en algunos caso sirve para tranquilizarse. También es utilizada para ayudar a aquellas personas que parecen problemas pulmonares o asma, aunque en este caso van tratadas y reguladas por un experto.
2-. Técnicas corporales
Estos ejercicios son perfectos para personas activas. La relajación se producen mediante una posición que tensa el músculo durante unos segundos y luego volvemos a una postura normal, que relaja el músculo y a nosotros mismo. Existen diferentes formas de practicarla: pilates, Tai-Chi, yoga, Qigong...
3. Técnicas mentales
(Imagen/Flickr: Jacob Botter)
Es la técnica más complicada, no por su dificultad, si no porque estamos nosotros solo ante ella y no se trata de algo natural (como las técnicas de respiración) o un ejercicios (como el yoga). Es el auto-convencimiento de algo o pensar en una idea que al final nos conduce a un estado de relajación. Hay varias formas:
-Pensamientos autógenos: decirse a uno mismo que algo va bien, que no estamos nerviosos o que nuestro corazón late tranquilo... Repitiendo la misma idea mentalmente conseguimos estar en paz.
-Entrenar la mente: hacia pensamientos más positivos. Tratar de eliminar las ideas del miedo al fracaso como "no lo conseguiré"; y sustituirlas por "si no lo consigo no es el fin del mundo, pero lo voy a conseguir".
-Viajes de fantasía: imaginarse en un lugar bonito y pacífico como una playa, un campo de flores. Trasladarte mentalmente a estos lugares te hace revivir las sensaciones de estar en ellos y te ayudan a relajarte.
Ahora que conoces las formas que hay y en qué consisten solo te queda ver la que mejor te venga y ponerla en practica. Si no te decides por ninguna ve probándolas todas e intercambiándolas, y verás como al cabo de los días te sentirás mucho más relajado, te sentirás en paz.