Ser autónomo, o trabajar por cuenta propia no es una tarea fácil. Tiene sus ventajas y sus desventajas, y una buena dosis de obstáculos, riesgos y trámites burocráticos. Sin embargo, para mí es el primer paso entre una vida laboral convencional y la libertad financiera (es decir, el momento en el cual trabajar ya no será necesario). Trabajar por cuenta propia parece el camino natural, una transición lógica. Hay muchas cosas que puedes hacer para mejorar tu trabajo como autónomo, asegúrate de no estar cometiendo los errores más frecuentes.
Ventajas y desventajas de ser autónomo / trabajar por cuenta propia
Tener tu propio horario.
Ser tu propio jefe.
Tener libertad para elegir los proyectos en los que quieres trabajar.
Trabajar desde casa (¡o desde la playa!)
Hacer cosas creativas.
Poder ampliar tu negocio si se da el caso.
Ser el máximo responsable (y beneficiario) de tu trabajo.
Trabajar para hacer realidad tus sueños y no los de un empresario anónimo.
¿Se te ocurren más razones para querer dar el salto como autónomo? ¡Déjanos un comentario!
Sin embargo, no todo son alegrías. Desde luego, ser autónomo implica ciertas dificultades, responsabilidades y hasta finanzas que hay que tener en cuenta antes de lanzarse a la piscina. Por ejemplo:
El trabajo es inestable. Sobre todo al principio.
Nunca sabes cuándo vas a volver a cobrar.
A veces los clientes pagan tarde y mal.
La cuota de autónomos que estás obligado a pagar (en España, al menos) no es poca cosa, especialmente cuando justo estás empezando y a penas facturas nada.
La declaración de la renta se convierte en toda otra historia a parte, digna de una película de terror de Stephen King (al menos en España).
Ser el máximo responsable significa que el trabajo no se termina a las 5 de la tarde, si no que dura hasta que se termina.
Según como, trabajar para otra persona te da más libertad. ¡Pero para algunos de nosotros, esa libertad no es suficiente! Ten en cuenta todas estas cosas antes de lanzarte a la piscina.
Errores más comunes que cometen los autónomos / freelancers / trabajadores por cuenta propia
La mayoría de las personas empiezan más o menos así:
Aprenden a desarrollar un talento o un oficio con habilidad.
Se hacen una página web.
Configuran perfiles en las redes sociales.
Y… ¡Esperan a que los clientes aparezcan!
Sin embargo, aunque ser buenos en lo que hacemos es, sin duda, fundamental para tener una buena trayectoria, eso no lo es todo. Muchos de los autónomos (especialmente los que trabajan en campos creativos) se saltan el más importante de los pasos: representarse a sí mismos.
1. No esperes a que otros reconozcan tu talento
Los clientes no tienen por qué reconocer lo brillante que eres, porque ellos no saben mucho de tu especialidad. En muchos casos, de hecho, no saben nada. Tú debes demostrarles por qué eres su mejor opción. Demuéstrales que eres un experto enseñándoles qué es lo que implica hacer lo que tú haces, y sobre todo: por qué contratarte sería beneficioso para ellos.
Ejemplo: Decir “Yo escribo contenido web”, no te ayudará a obtener un trabajo freelance como escritor de medios digitales. Sin embargo, decir: “Yo escribí la web X, tras pasar más de 30 horas trabajando con mis clientes para asegurarme de poder reflejar sus necesidades, intereses y cultura corporativa. Y una semana después de que empezaran a usar el contenido que yo escribí, su actividad comercial aumentó un 80%”, es un enfoque mucho más fuerte que, sin duda, te ayudará a captar muchos más clientes.
2. No intentes contentar a todo el mundo, es imposible
Sobre todo al principio, querrás poder resultar atractivo a cualquier cliente potencial. Sin embargo, de este modo pierdes enfoque. Es mejor que te centres en un segmento específico que entiendas bien, y al que puedas aportar y responder de forma relevante. De este modo, puedes enfocar tu oficio hacia ese tipo de clientes y sacarle más partido a tu talento.
Ejemplo: Nunca vas a hacerte con el título de “El mejor diseñador web del mundo”, el mundo web es tan ancho y largo que no puede existir una talla única. Es mucho mejor intentar convertirte en “El diseñador web de referencia para organizadores de eventos”.
3. Entiende qué quieren tus clientes
Los clientes no siempre deciden contratar a alguien por las razones que tú crees. Puedes intentar investigar esto preguntándoles a clientes que han contratado a profesionales de tu sector por qué lo hicieron. Escucha con atención sus razones y motivos. Fíjate bien en qué palabras usan para justificar sus decisiones. Luego, usa esos motivos, razones y palabras para representarte a ti mismo (ya sea en tu web o en reuniones con clientes potenciales).
Ejemplo: Como diseñador gráfico, quizá piensas que los dueños de restaurantes con frecuencia quieren contratarte porque haces menús elegantes y fáciles de navegar. Sin embargo, después de hablar con algunos dueños de restaurantes, quizá descubras que te contratan porque consideran que entiendes sus perspectivas comerciales y sus objetivos y que plasmas eso en tu trabajo mejor que otros. Tenerlo en cuenta te ayudará a representarte mejor ante nuevos clientes.
4. No te obsesiones con ser el mejor, céntrate en ser diferente
Intentar ser el mejor del mundo es una tarea imposible destinada al fracaso. La perfección es un mito. Sé bueno, desde luego. Pero no te dejes por la frustración cada vez que encuentres el trabajo de alguien mejor. En lugar de eso, céntrate en las cosas que te hacen diferente.
Ejemplo: No es fácil competir con los diseñadores que crean logotipos por 3 euros. Pero puedes centrarte en cómo tus habilidades y tus años de experiencia pueden ofrecer un trabajo mucho más profundo y personalizado.
5. No pierdas el contacto
Conozco muchos autónomos que se olvidan enseguida de que el trabajo que tienen proviene de una red de contactos que cuesta tiempo y dedicación cultivar. Responde a todos los emails, haz un seguimiento de los clientes (potenciales y actuales), reconecta con clientes anteriores, ponte en contacto con otros profesionales de tu mismo campo… Hazte presente en tu sector y tendrás más probabilidades de ser contratado (¡o recontratado!).
Ejemplo: Tener un blog o un boletín digital es la mejor forma de mantenerte en contacto con tu red. Tener una lista de correo electrónico a la que enviar contenido nuevo, información, detalles y ofertas exclusivas es una forma excelente de mantener el contacto, expandir y cultivar tu red.
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En definitiva, no cometas el error de centrarte únicamente en ti mismo. ¡Piensa en tus clientes! Muchos autónomos pasan el 90% del tiempo centrados en sí mismos, en su arte u oficio. Muy pocos invierten tiempo en entender a los clientes, averiguar los intereses del sector, descubrir qué es importante para ellos y fomentar una relación duradera. Pero aquellos que lo hacen son sin duda los que más destacan. ¡Buena suerte!
¿Eres autónomo? ¿Qué dificultades experimentas a la hora de encontrar trabajo? ¿Quizá tienes consejos que compartir para otros autónomos? ¡Deja un comentario!
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