Las patatas son un tubérculo delicioso que incluimos en numerosos platos. Pero ahora, tienen un nuevo uso: ser una fuente de electricidad.
La energía que generan es entre 5 y 50 veces más barata que la de las baterías que hay en el mercado. Por ello, según el Yissum Research Development Company de la Universidad Hebrea de Jerusalén: “La capacidad de proporcionar electricidad con medios tan sencillos y naturales podría ser de beneficio para millones de personas en los países en vía de desarrollo, llevando luz y telecomunicaciones a zonas que actualmente carecen de infraestructura eléctrica”.
El estudio realizado por el profesor Haim Robinowitch y su equipo revela que la patata cruda produce energía, pero que si la hervimos durante 8 minutos, aumenta 10 veces esa cantidad. Realmente, el tubérculo no es el que libera la electricidad, sino la reacción química que surge al unirlo a dos metales.
Esta técnica se enseña en las escuelas desde 1780, cuando Luigi Galvani, médico italiano, hizo el primer experimento de este tipo. Sin embargo, la tecnología que ha desarrollado la Universidad de Jerusalén permite que una patata ilumine un LED durante 40 días. Para ello, han utilizado:
- Una patata
- Dos metales: un ánodo (por ejemplo, el zinc, ya que tiene electrones negativos) y un cátodo (como el cobre, con electrones positivos)
- Alambres de cobre para la conexión
- Un voltímetro
Si no creéis que funcione, ¡animaos a probarlo vosotros mismos! A continuación, os dejamos un vídeo para que elaboréis esta batería de forma sencilla y en vuestra propia casa. Necesitaréis: una patata, una bombilla, dos imanes y cables para las conexiones.
Pero ¿por qué no se está utilizando aún en los países subdesarrollados? Porque hay una gran controversia. Algunos, están a favor de su implementación y otros, consideran que, con tanta hambre en el mundo, no se deberían emplear alimentos para producir electricidad.
Y vosotros, ¿qué opináis?
Fuentes:
La Vanguardia
La Tribuna
Ecocosas