Muchos son los parámetros a tener en cuenta a la hora de escoger una vivienda: precio, ubicación, tamaño, condiciones de habitabilidad, si necesita reforma o no y un eterno sin fín de combinaciones que hacen que comprar una vivienda o alquilarla sea, probablemente una de las decisiones más difíciles que tengas que tomar en tu vida en cuanto a adquisición de bienes. Quizás algunos no le prestan atención al tema de la orientación solar en las casas.
Y por si fuera poco todo esto, otro dato y quizá uno de los mas importantes a tener en cuenta es la eficiencia energética, una palabra que está muy de moda últimamente, y que empieza porque la orientación solar en las casas sea lo más óptima posible.
¿Y qué quiere decir esto? Se trata de algo muy sencillo: cuanto más sol tenga en invierno más cálidad será nuestra casa y menos gastaremos en climatización, y al contrario en verano; pero que no siempre podemos escoger. Por ello, hoy os dejo un breve esquema de lo que quiere decir cada tipo de orientación solar en las casas, para conocer y valorar antes de elegir:
1. Orientación Norte:
- Verano: da el sol por la mañana temprano y al atardecer, por lo que el calor no es demasiado intenso.
- Invierno: prácticamente no llega el sol a la fachada, por lo que el gasto en calefacción suele ser más elevado.
2. Orientación Sur:
Da el sol prácticamente durante todo el día, por lo que suelen ser casas más cálidas. El problema es que también en verano da con mayor intensidad, durante las horas centrales del día, subiendo el gasto en acondicionar la vivienda para que esté más fresca.
3. Orientación Este:
Es la orientación más idónea para rebajar facturas tanto de aire acondicionado como de calefacción, ya que da el sol por la mañana, desde que sale el sol hasta el medio día, calentando las estancias en invierno y evitando las horas de mayor radiación solar en verano.
4. Orientación Oeste:
Al contrario que con la orientación Este, el sol da durante todo el año desde el medio día hasta el ocaso, por lo que puede subir significativamente el calor de la casa en verano, subiendo también el gasto en climatización.
Imagen: Barockschloss/Flickr