Os copio el testimonio entero, porque creo que vale la pena leerlo todo, y espero que ayude a tantas mujeres que se encuentran en la misma situación en la que estaba esta mujer.
“Lo vi en mi casa de pequeña. Me casé con 19 años recién cumplidos, embarazada y creo que enamorada. Fue una historia como la mayoría, primero te aíslan de las amistades, después de la familia, te hacen sentir inútil y culpable… y todo viene rodado. Yo, la ‘ventaja’ que tuve es que al haberlo visto toda la vida con mis padres sabía que eso no lo quería para mis hijos, porque de niña odiaba a mi padre por lo que hacía y a mi madre por aguantar y a su vez esa actitud nos obligaba a los niños a ser espectadores de esa situación y a sufrir mucho sin comprender nada, con lo cual no sabía qué hacer ni cómo.
Tuve dos intentos fallidos de separarme, sin trabajo, ni oficio ni nada y dos bebés. Contacté con asociaciones, era el año 1985, primer año de las casas de acogida, allí fui a parar, conocí a muchas mujeres en la misma situación y peores. Busqué trabajo en hostelería, pensé que fregando x horas, sin seguro, etc., no lo voy a conseguir. Me pateé lo que hizo falta, pero lo conseguí.
En la casa refugio tienes apoyo psicológico, abogados, los niños van a clase, regalos en Reyes y en los cumples fiestas, no te falta de nada (solo desengancharte de esa especie de masoquismo que te une al susodicho de turno) tienes mucho apoyo y protección. Y te haces fuerte apoyando a otras que están peor.
Ahora es mas fácil, está el 016. Yo tuve que hacer gestiones un montón de días para conseguir plaza, y pasados 24 años, alguna vez lo veo y ya no me da ni asco, quizá pena de ver lo que se perdió, pero sigue siendo un cretino, eso no cambia jamás.
Fue la decisión mas inteligente de mi vida y seguro que estaría muerta, seguro, si no lo hubiese hecho así. Mis hijos ni recuerdan lo que hacía su padre. Sin embargo cuando les llevaba de pequeños la contraria (recién separada) me contestaban: “Se lo voy a decir a papá para que te pegue como cuando estábamos en casa”. Pero no recuerdan nada, ahora juzgan por sus vivencias con él, independientes de mí y con eso ya le llega, porque los niños crecen y razonan según lo vivido. ni recuerdan lo que hacía su padre. Mucha suerte a todas y ánimo, es más fácil, mucho más de lo que parece, y sobre todo compensa. Los niños no han escogido ese padre, aunque le ‘quieran’, tendrán sus tiempos para verse, quererse y descubrirse, tranquilas. Llamad al 016 y todo lo demás viene rodando, y veréis qué cambio cuando tratéis con personas que os valoran y os tratan bien, porque si alguien te quiere, te trata bien, lo demás son mentiras y excusas de acomplejados y tarados que matan a diario. Un beso”.
Mª Victoria, Málaga
Vamos a intentar que testimonios cómo el de esta mujer, ayude a tantas, tantas mujeres que sufren maltrato