Seguro que te ha pasado. Vas a comprar algo y ves que pone bio, eco, orgánico o algo similar, pero para asegurarte de que es lo que buscas, miras si tiene alguna etiqueta. Resulta que la tiene, pero Ni idea de lo que es, que implica, que significa No sabes ni siquiera si se trata de una etiqueta real o de esas que se inventan las marcas. Y es que hay muchas etiquetas ecológicas, demasiadas, y por lo tanto es imposible conocerlas todas.
Voy a tratar de arrojar un poco de luz en medio de esta oscuridad llena de dudas.
¿Qué son?
Empecemos por definir que son las etiquetas ecológicas:
“Son afirmaciones, manifestaciones o declaraciones relacionadas con el desempeño ambiental de un producto y que en ocasiones se representan mediante símbolos.”
Tipos de etiquetas ecológicas
Si, hay varios tipos, en concreto hay 3 tipos:
- Tipo I o ecoetiquetas: Se trata de un sistema voluntario de calificación ambiental que identifica y certifica de manera oficial que ciertos productos o servicios tienen una afección menor sobre el medio ambiente teniendo en cuenta todo su ciclo de vida. Las ecoetiquetas son otorgadas por una tercera parte independiente (entidad certificadora) y cumplen con los requerimientos específicos de la norma ISO 14024.
- Tipo II o autodeclaraciones ambientales: Son indicaciones en forma de logotipo o texto avaladas por el mismo fabricante o envasador, y normalmente están referidas a una fase del ciclo de vida o a un aspecto concreto del producto Aquí no hay certificación independiente por parte de un tercero, aunque deben cumplir con la norma ISO 14021. Esta norma da una orientación en el uso de algunos términos de carácter ambiental (compostable, biodegradable, diseñado para el desmontaje, producto de larga vida, energía recuperada, reciclable, contenido reciclable, bajo consumo de recursos, bajo consumo de agua, reutilizable, rellenable, reducción de residuos) y en el uso del círculo de Möbius.
- Tipo III o declaraciones ambientales: se trata de un inventario de datos ambientales referentes al análisis de ciclo de vida (ACV). Se lleva a cabo una verificación por parte de una tercera parte independiente y debe cumplir con los requerimientos de la norma ISO 14025. A diferencia de las etiquetas ecológicas de tipo I, las declaraciones ambientales no establecen unos criterios mínimos por cumplir.
¿Cuál es mejor? Depende para qué. A continuación tienes una comparativa entre las 3. Como consumidores, deberíamos fijarnos en las etiquetas tipo I o ecoetiquetas.
Las más destacadas
Las que seguro que ya conoces o por lo menos te suenan:
- Ecolabel (Etiqueta Ecológica Europea): reconoce a aquellos productos y servicios (excepto del sector de alimentación, bebidas y fármacos) que durante su etapa de fabricación, distribución, empleo y residuo generan menor huella sobre el medio ambiente y son más respetuosos que otros de su misma categoría.
- Hoja verde de la UE: Es el sello de la Unión Europea destinado a señalar los alimentos ecológicos. Indica la ausencia de transgénicos en agricultura e identifica productos que han sido cultivados o criados siguiendo métodos que cuidan el entorno.
- Etiqueta energética europea: Indica el nivel de consumo de los electrodomésticos mediante una serie de categorías. También es obligatoria en otros productos como bombillas, neumáticos nuevos, ventanas o edificios de nueva construcción, aunque en cada caso presenta sus propias características.
- Certificación PEFC: garantiza productos procedentes de bosques gestionados de forma sostenible y no de una tala ilegal, según unos criterios de carácter ambiental, social y económico que permiten la conservación de la biodiversidad.
- Etiqueta de Marine Stewardship Council (MSC): se trata de una garantía de captura pesquera sostenible que asegura al consumidor que no hay sobreexplotación de recursos. La ecoetiqueta solo se encuentra en pescado de captura salvaje y se basa en tres principios: La sostenibilidad de los stocks explotados, el mantenimiento del ecosistema del cual depende la pesquería y una gestión responsable y eficaz.
Pero como decía, hay muchas y tú seguro que quieres ir más allá. Pues revisa este índice y encontrarás casi seguro la que buscas. Te juro que estuve a punto de hacerlo yo en español, pero al final el resultado fue:
Conclusión
Ecoetiquetas hay muchas, muchas más que muchísimas. Así que nada, paciencia, no nos volvamos locos y fíate de las que conoces, porque es probable que algunas no sean más que un logotipo inventando para que luzca y compres. No es más que Greenwashing.
Fuentes:
- http://mediambient.gencat.cat/es/05_ambits_dactuacio/empresa_i_produccio_sostenible/ecoproductes_i_ecoserveis/etiquetatge_ecologic_i_declaracions_ambientals_de_producte/tipus_d_etiquetes_ecologiques/
- http://www.ecolabelindex.com/ecolabels/
- http://blog.oxfamintermon.org/ecoetiquetas-cual-es-cual/
También te puede ineteresar:
- Greenwashing: no es ecológico todo lo que es verde. (Guía para que no te tomen el pelo).
- Por qué menos es más si quieres ayudar al planeta y a ti mismo.
- Modas en la alimentación: de la estupidez al peligro.
Fuente: este post proviene de Hay Eco, donde puedes consultar el contenido original.
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