La contaminación acústica, asociada a enfermedades cardiovasculares, hipertensión y sordera, es un problema de salud pública que debe ser controlado por las autoridades a la brevedad, señalaron académicos y especialistas en el tema, quienes coincidieron que es indispensable un reglamento en la Ciudad de México para regularlo.
En el seminario internacional Ruido Ambiental y la Salud en la Ciudad afirmaron que en México no existen leyes sobre al ruido laboral, ambiental ni recreativo y de no aplicarse las estrategias necesarias la más afectada será la generaciónmillennials cuando cumplan entre 35 y 40 años.
La prevalencia de hipoacusia (sordera) inducida por ruido se ha incrementado en la población, principalmente entre 6 a 19 años, quienes sufren deterioro de la audición por uso excesivo de reproductores auditivos y diferentes tipos degadgets, sostuvo Ileana Gutiérrez Farfán, médico de audiología, otoneurología y foniatría del Instituto Nacional de Rehabilitación.
Explicó que 20 por ciento de los adultos sufren una pérdida bilateral: 75 por ciento son mayores de 65 años, en primer lugar por plesbiacusia (pérdida auditiva relacionada con la edad, así como también enfermedad neurodegenerativa) y en segundo término por la exposición al ruido.
Fausto Rodríguez Manzo, coordinador del laboratorio de análisis y diseño acústico de la UAM-Azcapotzalco, dijo en entrevista que el ruido es el contaminante ambiental que mayor molestia provoca en las zonas urbanas como la CDMX, Guadalajara, Monterrey, Tijuana, Puebla, Mérida, entre otras grandes ciudades. Es necesario, agregó, abordar el problema desde una perspectiva multidisciplinaria que englobe aspectos biológicos, de salud, legales, sociales, culturales y sicológicos.
Hay un problema grave por la exposición a altos niveles de ruido, el cual genera enfermedades cardiovasculares, dolor de cabeza, problemas sicológicos y siquiátricos, trastorno del sueño, falta concentración, así como daño o pérdida de la audición. Es necesario que el sector salud se haga cargo de la situación, reiteró.
Esto se debe, por ejemplo, al aumento desmedido del tráfico vehicular. Tenemos también el problema del aeropuerto. Los aviones para aterrizar atraviesan de lado a lado la capital y ‘bañan’ de ruido a los habitantes. Hay problemas de construcción pública y privada, que en todas sus etapas generan ruido. Algunas se realizan en la noche supuestamente para no molestar, pero es todo lo contrario.
Durante su participación Cesáreo Estrada Rodríguez, de la Facultad de Sicología de la UNAM, añadió que faltan estrategias de salud pública y preventiva para reducir los riesgos ambientales en la salud humana. Agregó que el ruido se encuentra entre las 10 causas principales de muerte relacionadas con el medio ambiente.
Fuente: Jornada